Buenos Aires (AT) – En pleno 1933, cuando la Gran Depresión aún golpeaba con fuerza y el fin de la Ley Seca en Estados Unidos abría nuevas oportunidades, un desafío revolucionario surgió en la industria cervecera: ¿era posible vender cerveza en latas de metal? Aunque hoy resulta algo cotidiano, en aquel entonces la idea parecía irrealizable y arriesgada. La American Can Company, pionera en la fabricación de latas, llevaba años intentando introducir este formato sin éxito.
La resistencia de las cerveceras se debía a varios factores: las latas no soportaban la presión del gas carbonatado, eran costosas y generaban dudas en cuanto a su sabor. La solución llegaría gracias a la colaboración de una cervecera fundada por inmigrantes alemanes en Nueva Jersey: la Gottfried Krueger Brewing Company. Esta cervecera familiar fue la primera en adoptar el nuevo envase y marcar el inicio de una transformación histórica.
De Alemania a Nueva Jersey: la apuesta de Gottfried Krueger
La historia de la Gottfried Krueger Brewing Company comenzó en 1853, cuando Gottfried Krueger, un joven inmigrante alemán, llegó a Estados Unidos con la esperanza de prosperar en el negocio cervecero. Trabajó primero en la fábrica Adams & Laible, donde perfeccionó su oficio de maestro cervecero. Pronto, junto a su tío, fundó su propia cervecería en 1858 en Newark, Nueva Jersey, adaptando el estilo alemán lager al paladar estadounidense.
Años más tarde, con la derogación de la Ley Seca en 1933, la demanda de cerveza resurgió con fuerza, pero las cervecerías enfrentaban desafíos económicos y logísticos. Fue entonces cuando la American Can Company, tras años de desarrollo, logró crear una lata recubierta internamente con una fina capa protectora que evitaba la interacción de la cerveza con el metal. La empresa necesitaba una cervecera dispuesta a arriesgarse, y Gottfried Krueger no dudó en aceptar el desafío.
El lanzamiento pionero: un éxito inmediato
El 24 de enero de 1935, la Gottfried Krueger Brewing Company lanzó al mercado 2.000 latas de su Krueger’s Finest Beer y Krueger’s Cream Ale en Richmond, Virginia. La recepción del público fue impresionante: el 91% de los consumidores dio su aprobación, y un 85% aseguró que la cerveza en lata sabía más “fresca”, similar a la cerveza servida directamente del barril. El éxito del experimento fue rotundo.
Las ventajas de la lata eran claras:
• Era más liviana y resistente que las botellas de vidrio.
• Enfriaba más rápido.
• Era más barata de transportar y almacenar.
• Permitía mayor superficie para imprimir marcas y publicidad.
• Para Krueger Brewing Company, las latas no solo resolvieron problemas logísticos, sino que además permitieron una expansión más rápida, reduciendo la dependencia del retorno de botellas vacías.
El impacto en la industria cervecera
El éxito de Krueger inspiró rápidamente a otras cerveceras a adoptar el formato. Apenas un año después, la venta de cerveza en lata superó los 200 millones de unidades. La siguiente en sumarse fue la Northampton Brewery de Pensilvania, con su marca Tru Blu Ale.
Sin embargo, el diseño inicial no estaba exento de inconvenientes. Las primeras latas requerían un abrelatas especial, y algunas versiones de tapa cónica (cone top) se sellaban con tapas de rosca similares a las botellas. Esta solución permitía a las pequeñas cerveceras utilizar sus líneas de embotellado existentes. Con el tiempo, estas latas cónicas desaparecerían en la década de 1960, al modernizarse los equipos.
Innovación continua: del acero al aluminio
En 1958, otro hito transformó la industria: la introducción de las latas de aluminio, más ligeras y ecológicas que las de acero. Cinco años después, en 1963, la Pittsburgh Brewing Company lanzó las primeras latas con lengüeta removible, una innovación que facilitó su apertura, pero también generó problemas ambientales. Finalmente, en 1975, la Falls City Brewing Company introdujo la lengüeta fija o “Stay-on tab”, que se mantiene prácticamente sin cambios hasta hoy.
De la resistencia al dominio del mercado
En 1969, por primera vez en la historia, las ventas de cerveza en lata superaron a las de botellas de vidrio. Actualmente, este formato representa aproximadamente el 60% del mercado mundial, con cifras de ventas globales superiores a los US$ 20 mil millones anuales.
En la industria artesanal o craft beer, la adopción de la lata continúa creciendo, gracias a sus múltiples ventajas: preserva mejor el sabor al proteger la cerveza de la luz y la oxidación, es más práctica para el transporte y más amigable con el medio ambiente.
La decisión de la Gottfried Krueger Brewing Company de apostar por las latas en 1935 no solo marcó un antes y un después en la historia de la cerveza, sino que también demostró el valor de la innovación y la capacidad de adaptación. Lo que comenzó como un experimento arriesgado impulsado por inmigrantes alemanes en Nueva Jersey se convirtió en un fenómeno global que aún hoy sigue evolucionando.
La próxima vez que levantes una lata de cerveza fría, acordate: detrás de ese sencillo envase hay una historia de ingenio, perseverancia y un toque de audacia alemana.
Bieckert la primera en Argentina
La cerveza Bieckert tiene un lugar destacado en la historia cervecera argentina, ya que fue la primera cerveza en lata del país. A mediados de la década de 1960, cuando el formato en lata comenzaba a expandirse en todo el mundo, la tradicional cervecería Bieckert, fundada en 1860 por el inmigrante alemán Otto Peter Bieckert, se atrevió a dar el paso hacia la modernización del envasado. Esta decisión no solo representó una apuesta por la innovación, sino que también posicionó a Bieckert como pionera en la adopción de tecnologías que mejoraban el almacenamiento, el transporte y la conservación de la cerveza.
El lanzamiento fue recibido con entusiasmo por los consumidores argentinos, quienes valoraron la practicidad y la capacidad de la lata para mantener la cerveza fresca y fría por más tiempo. Así, Bieckert no solo dejó una huella imborrable en la historia de la industria cervecera nacional, sino que también marcó el inicio de una nueva era en el consumo de cerveza en Argentina.
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