Buenos Aires (AT) – “Todo surgió durante una noche, en la peor época de la pandemia, no podía dormir, me sentía angustiada por todo lo que estaba sucediendo, me levanté a las cuatro de la mañana y me puse a escribir un libro. Quería volcar todo lo que había hecho en mi trabajo durante los últimos 20 años. Tomando de esa experiencia lo que yo creía que había que mejorar y corregir en la enseñanza del idioma alemán y así se concretó DAL”, quien cuenta esto es Romina Mühlen (50), una educadora que muestra una pasión y dedicación por la enseñanza poco habituales.
Romi, como se presenta ella, es argentina, hija de madre yugoslava y padre alemán. El alemán en su lengua materna, aprendió el castellano en el colegio alemán de Hurlingham recién en primer grado. “En casa siempre hablábamos alemán y mi familia siempre mantuvo las costumbres. Vivíamos en Hurlingham (Provincia de Buenos Aires) y todo nuestro entorno era alemán. Mi papá todavía habla castellano con acento como si se hubiese bajado del barco la semana pasada”, bromea.
“Siempre quise ser maestra jardinera, pero por diferentes circunstancias familiares tuve que comenzar a trabajar apenas terminé el colegio. Hice el curso en el BBZ (Berufsbildungszentrum – Centro de capacitación Profesional) y comencé a trabajar de secretaria en Bayer. Allí, por cuestiones laborales, me reencontré con el idioma. Y entendí y agradecí que mi familia me hubiera inculcado la práctica del idioma en casa. Me acordé de las veces que escuchábamos con mi hermana a nuestros padres sermonearnos `ya vas a ver que saber alemán es importante´”
Al tiempo Romina se casó y abandonó la empresa. Comenzó el profesorado para maestra jardinera. Ella y su esposo se fueron tres años a vivir a Uruguay en donde nació su primera hija. Volvieron a la Argentina y concluyó sus estudios.
“A la hora de comenzar a trabajar como docente siempre busqué colegios alemanes. Comencé a trabajar en el Mecki´s Kindergarten en Zona Norte. Luego de trabajar durante dos años me postulé para dar clases en el Colegio Goethe que siempre, desde mi época de alumna, había sido un aspiracional. En el Goethe trabajé en las diferentes salas, adquirí una gran experiencia y comencé a sentir que había cosas que se podían hacer de otro modo. Que la enseñanza del alemán en niños tan pequeños, si se quería que fuera exitosa, se debía encarar de manera diferente”, recuerda Mühlen.
El método DAL comienza a gestarse
“A fines de 2013 obtengo un Stipendium del Goethe Institut para realizar un curso en Alemania de un mes. A mitad de 2014 viajo y allá es donde tomo la decisión de dejar el colegio a fin de año. Sentía que era una etapa terminada y que mi aporte a la enseñanza pasaba por otro lado. Estaba convencida que las docentes y también las familias debían ser acompañadas de otra manera. Y si bien ahí es cuando nace DAL, en ese momento no me animé a presentarlo u ofrecerlo como método de enseñanza. Luego de Goethe me convocan de la AGDS (Arbeitsgemeinschaft Deutscher Schulen in Argentinien – Comunidad de Trabajo de Asociaciones Escolares Argentino Alemanas) para dar capacitaciones sobre todo en el interior del país”, cuenta Romi.
Luego de trabajar en AGDS surge la posibilidad de trabajar en el Colegio Pestalozzi, ya no como docente sino como coordinadora del jardín de infantes de la institución. “Tenía que aprender un nuevo rol, para ese entonces contaba con mucha experiencia como docente, pero nunca había estado del lado de afuera del aula, por decirlo de una manera. Y me fue muy bien, a tal punto que la institución confió en mí y al finalizar el primer año me ofrecieron la vice-dirección del jardín.”
Pandemia, Romi da el paso y comienza una etapa de entrepreneur
Fue durante la pandemia que Mühlen decide desarrollar, completar y lanzar el método DAL (Deutsch Aktiv Lehren) para lo cual deja su trabajo en el Colegio Pestalozzi. “Al dar el paso me di cuenta que lo más difícil no era el desarrollo del método DAL, ya que el mismo lo tenía en mi cabeza dando vueltas hacía años, sino todo el resto. Había un montón de cosas por hacer de las cuales no tenía mucha idea”, recuerda Romi.
“Abrir un sitio web y sus redes sociales para difundir DAL. Generar el contenido de calidad para esas plataformas. Pensar, desarrollar y “fabricar” de cero el material didáctico propio, que es una pata fundamental del método DAL. Contraté un coach para perfeccionar mis presentaciones en público, ya que la experiencia en el aula no es garantía para salir a ofrecer un servicio y realizar presentaciones. En fin todas las complicaciones que implican emprender, sobre todo en los últimos años del país.”
“Como cualquier persona que emprende, invertí mis ahorros, vendí un auto y, por suerte, conté siempre con el apoyo de mi familia en todo sentido y orgullosamente puedo decir que DAL está en marcha.”
En que consiste el método DAL
“La enseñanza-aprendizaje de un idioma en niños de dos a cinco años requiere un enfoque integral que considere su desarrollo sensorial, físico y emocional. Esto es la base de mi sistema DAL, el cual busca proporcionar una experiencia de aprendizaje más enriquecedora del idioma alemán como lengua extranjera”, asegura la creadora de DAL.
“Ofrezco capacitaciones, workshops a docentes, instituciones y familias. El acompañamiento no solo de los docentes sino también de las familias en la enseñanza de una lengua extranjera que, generalmente, no se habla en la casa es fundamental. También ofrezco material didáctico exclusivo para impartir DAL, ese material va de la mano con el método.”
Cómo funciona el “servicio”
Ante la convocatoria de una institución que quiere adoptar DAL como método para la enseñanza del idioma alemán Romina explica cómo funciona: “Lo primero que hago es presentarme en la institución a observar la realidad del aula, para ver cómo están trabajando, que está funcionando bien, que no, qué se puede mejorar. Básicamente es analizar qué necesita la institución. Además de la capacitación docente para implementar el método también ofrezco el seguimiento posterior de lo que sucede en el aula. Me ha pasado con alguna institución que solo le interesa comprar el material didáctico de DAL. A su vez ofrezco asesoramiento y acompañamiento a las familias. Esto último también es importante, ya que no siempre hay alguien más en la familia que hable el idioma.”
Cuáles son los siguientes pasos de DAL
“En lo inmediato el objetivo es poder difundir el método, que llegue a todos lados, que se conozca. Que se sepa que ya está probado y que funciona. Más a largo plazo poder llegar a todas las instituciones en donde se enseña alemán y que en la Argentina DAL se implemente como “el” método para enseñar alemán u otros idiomas. Mi anhelo es atravesar fronteras con DAL. Llegar a otros países. Y como siempre me dijeron que hay que atreverse a soñar en grande, mi sueño es que me llamen de Alemania y me digan `qué bueno que DAL sea el método adoptado para enseñar alemán como lengua extranjera´”, concluye Romi con una sonrisa pero seriamente convencida de que ese es el futuro que le espera a DAL.
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