Buenos Aires (AT) – Deutsche Bahn cerró el año 2024 con una pérdida neta de EUR 1.800 millones (US$ 1.945 millones). Así lo anunció la empresa ferroviaria estatal alemana al presentar su balance anual, que confirma una de las crisis más severas en sus tres décadas de historia reciente. “Nos enfrentamos a nuestra mayor crisis desde la reforma ferroviaria de 1994”, declaró el director general Richard Lutz, en referencia a la reestructuración que dio origen a la compañía moderna.
Los datos duros reflejan un deterioro en todos los frentes. La puntualidad en los trenes de larga distancia alcanzó un récord negativo del 62,5 %, sin contar los servicios cancelados que no se computan en la estadística. Esa impuntualidad impactó directamente en el número de pasajeros: el volumen de transporte en larga distancia cayó un 3 %, hasta 44.100 millones de personas-kilómetro.
El mal desempeño también se hizo sentir en el área de transporte de carga, DB Cargo, que movilizó un 9 % menos que el año anterior. A su vez, el volumen de negocios en este sector cayó un 3,2 %. Solo DB Regio, responsable del transporte regional, tuvo un repunte, con un incremento del 5,9 % en su facturación, impulsado por el “Deutschlandticket”, el abono mensual de tarifa plana para viajes regionales.

Las causas de una debacle anunciada
Según el informe anual, el principal factor que explicó la caída en la puntualidad fue el estado crítico de la infraestructura ferroviaria. Las vías están saturadas y deterioradas, y las obras imprevistas de reparación se multiplicaron. Además, se sumaron factores coyunturales como las huelgas de maquinistas en el primer trimestre de 2024 y la debilidad económica que afectó al transporte de carga.
Pese al resultado negativo, las cifras muestran una mejora respecto al año anterior, cuando Deutsche Bahn había reportado pérdidas por cerca de EUR 2.800 millones (US$ 3.025 millones). El resultado operativo ajustado (EBIT) pasó de EUR -2.180 millones (US$ – 2.355 millones) en 2023 a EUR -333 millones (US$ 360 millones) en 2024. Esa mejora, sin embargo, se explicó principalmente por una inyección de fondos estatales para cubrir los costos de mantenimiento de la infraestructura, que en 2023 había asumido la empresa.

La venta de DB Schenker: un salvavidas financiero
Otro factor clave en la estrategia de contención fue la venta de DB Schenker, la unidad de logística que tradicionalmente había aportado fuertes ganancias. La transacción, anunciada en septiembre de 2024 y pendiente de cierre este año, permitirá a Deutsche Bahn ingresar EUR 14.300 millones (US$ 15.449 millones).
Esos fondos se destinarán a reducir la deuda del grupo, que ya bajó levemente en 2024: pasó de EUR 34.000 (US$ 36.731 millones) a EUR 32.600 millones (US$ 35.220 millones). El objetivo para 2027 es llevarla a un rango de entre EUR 26.000 (US$ 28.089 millones) y EUR 28.000 millones (US$ 30.250 millones).

Promesas de mejora y escepticismo
Deutsche Bahn se ha fijado una serie de metas ambiciosas para revertir la situación. La principal es aumentar la puntualidad en los trenes de larga distancia hasta un 75-80 % para 2027. Para lograrlo, la empresa lanzó el plan estratégico interno “S3”, centrado en sanear la infraestructura, mejorar las operaciones y ordenar las finanzas.
El primer proyecto bajo ese esquema fue la renovación de la vía Riedbahn entre Mannheim y Frankfurt, que implicó el cierre total del trayecto durante cinco meses. Deutsche Bahn destacó el caso como modelo, aunque las críticas no tardaron en llegar.
El experto en transporte ferroviario Christian Böttger, profesor de la Universidad Técnica de Berlín, advirtió que antes de extender el plan a otros 40 corredores, debería hacerse una evaluación honesta de los costos reales. Por su parte, el diputado Ulrich Lange, especialista en transporte por la Unión Social Cristiana (CSU), fue más crudo: “Lo que la Deutsche Bahn entregó fue una reparación, no una renovación general”, afirmó en declaraciones a BR24. En su opinión, el plan actual deberá ser revisado por el próximo gobierno.

Reformas internas y recortes de personal
Otro pilar del plan de reestructuración es la reducción de la plantilla administrativa. Deutsche Bahn prevé eliminar 10.000 puestos de trabajo hasta 2027. Según sus autoridades, este recorte apunta a hacer más ágil y eficiente la gestión interna.
En paralelo, la empresa espera financiar las obras a través del “fondo especial para infraestructura”, creado por el Estado federal. Sólo la renovación de la Riedbahn costó EUR 1.500 millones (US$ 1.620 millones), un 15 % más de lo presupuestado inicialmente. Para la línea Hamburgo-Berlín se estiman EUR 2.200 millones (US$ 2.376 millones), y se calcula que el total necesario podría superar los EUR 150.000 millones (US$ 162.051 millones).

Cuestionamientos a la gestión y futuro incierto
A pesar de la crisis declarada, el salario del CEO Richard Lutz no se vio afectado: en 2024 recibió EUR 2,1 millones (US$ 2,27 millones), incluyendo bonos. Sin embargo, su continuidad al frente de la empresa es incierta. En un documento preliminar de la posible nueva coalición de gobierno en Alemania, se menciona la “reestructuración del consejo de supervisión y de la dirección” de Deutsche Bahn.
Mientras tanto, Lutz asegura que espera las decisiones políticas. “Sabemos que la paciencia de nuestros clientes tiene un límite”, reconoció. En 2024, la empresa tuvo que abonar 200 millones de euros en compensaciones a pasajeros por demoras, EUR 70 millones (US$ 75,6 millones) más que el año anterior.

Una encrucijada con impacto europeo
La crisis de Deutsche Bahn no solo compromete el transporte ferroviario de Alemania. Como pieza central de la red transeuropea de movilidad, su deterioro afecta también a los servicios internacionales y a la logística del continente. El reto para los próximos años será demostrar que los miles de millones invertidos podrán transformar un sistema al borde del colapso en una red moderna, eficiente y sostenible.

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