Buenos Aires (AT) – Ayer, en la Embajada de la República Federal de Alemania, se celebró un nuevo aniversario por el Día de la Unidad, que conmemora la reunificación de Alemania en 1990. Esta fecha, de gran importancia para los alemanes, simboliza el fin de décadas de división entre Alemania Oriental y Occidental, marcada por la construcción del Muro de Berlín en 1961.
La reunificación no solo representó un cambio político y territorial, sino que también fue un momento de renovación social y cultural. Los alemanes celebran este día como una reafirmación de su identidad nacional y un recordatorio de los logros alcanzados en el camino hacia la democracia y la libertad. En un contexto más amplio, el Día de la Unidad también invita a reflexionar sobre los desafíos que aún persisten en la sociedad alemana y en Europa, así como sobre la importancia de la unidad y la cooperación internacional en un mundo cada vez más interconectado.
El evento comenzó puntual a las 18 horas y se extendió hasta las 10 de la noche. Asistieron aproximadamente unas ochocientas personas, una convocatoria que colmó el amplio espacio de la Embajada. Tras el recibimiento del embajador Dieter Lamlé y su esposa, Ulrike Lamlé, quienes se encargaron de saludar con amabilidad a cada uno de los invitados, se pasó al interior del edificio, donde ya estaba todo listo para el discurso del embajador y la posterior fiesta y baile, con DJ incluido. Más allá, en el extenso y hermoso patio de la Embajada, esperaban a los invitados todo tipo de comida alemanas típicas, desde pretzels hasta las famosas salchichas alemanas. Tampoco faltaron, por supuesto, la cerveza, el vino y diversos cócteles.
Un evento de alta convocatoria y figuras destacadas
Uno de los hechos más llamativos del evento fue no sólo la cantidad de invitados, lo que demuestra la importancia de un país del calibre de Alemania, sino también la calidad de los invitados. Se vio un gran número de figuras relevantes para el amplio espectro de la política nacional. Estuvieron, entre otros, el senador radical Martín Losteau; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; la canciller Diana Mondino; el secretario de Educación, Carlos Torrendell; el diputado nacional, Hernán Lombardi; la diputada Julia Estrada; y el diputado nacional Carlos Dalessandro.
Por el lado de la política internacional, se hicieron presentes figuras de alta relevancia: el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley; la embajadora británica, Kirstie Hayes; el embajador de China, Wang Wei; el embajador de Italia, Fabrizio Lucentini; el embajador de Suiza, Hans Rüedi Bortis; el embajador de Francia, Romain Nadal; Eran Nagan, primer consejero de la embajada de la Unión Europea; la embajadora de Finlandia, Nicola Lindertz; Yurii Klymenko, embajador de Ucrania; la embajadora de México, Lilia Rossbach; Dinesh Bhatia, embajador de India; y el Imán Marwan Gill, de la Comunidad Islámica, entre otros.
Además, disfrutaron de la velada el empresario Eduardo Elzstain; el presidente de la Fundación Konex, Luis Ovsejevich; y Juan Carlos Schroeder, dueño de Bodegas Schroeder y presidente de Argentinisches Tageblatt y La Mañana de Neuquén. Justamente, Bodegas Schroeder fue uno de los auspiciantes del evento, y al finalizar la celebración se entregaron, junto con un souvenir de recuerdo, ejemplares de una edición especial del Argentinisches Tageblatt, centrado en los acontecimientos que rodearon la caída del muro de Berlín. Esta edición especial fue, de alguna manera, el broche de oro para una jornada que se desenvolvió de forma perfecta, con un clima ideal y una concurrencia notable.
Un mensaje de cooperación en tiempos de tensiones globales
El embajador Lamlé fue el principal orador de la noche. En sus palabras, destacó la colaboración y las relaciones históricas entre Alemania y Argentina, además de enfatizar la importancia del Día de la Unidad para los alemanes y también para el mundo entero. Con su habitual tono descontracturado y cordial, y junto a su esposa, el embajador instó al Gobierno argentino a reconsiderar su decisión de disociarse del “Pacto para el Futuro”. Este acuerdo, aprobado por 183 países en la Asamblea General de Naciones Unidas, busca establecer un marco global para abordar desafíos contemporáneos como la paz, la seguridad y la gobernanza digital.
Luego, le cedió la palabra a la canciller Mondino, quien agradeció la invitación y celebró la ocasión para resaltar la importancia de la unidad nacional. El evento fue, sin dudas, una oportunidad única para que distintos referentes de la política nacional e internacional tuvieran un lugar para la charla distendida y para afianzar los vínculos entre partidos políticos y naciones. Tras las palabras del embajador y la canciller, se procedió a disfrutar de un ambiente todavía más relajado y amable, con otras comidas típicas alemanas y, ya entrada la noche, con festejos que incluyeron bailes y música electrónica.
De ese modo se coronó un evento trascendente y que, por encima de todo, simbolizó el esfuerzo continuo por estrechar lazos diplomáticos y fomentar la cooperación entre Argentina y Alemania. En un contexto global cargado de desafíos, el mensaje del Día de la Unidad resonó no solo como un recordatorio de la historia, sino como una llamada a la colaboración activa para afrontar el futuro.
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