Buenos Aires (AT) – Cuando el jefe de Volkswagen en China habla de la situación en el mayor mercado automovilístico del mundo, queda claro que su empresa ya ha vivido tiempos más fáciles en el Reino Medio. “Los precios bajan y bajan, la competencia es cada vez más dura”, dice Ralf Brandstätter al describir la situación poco antes del salón del automóvil de Pekín, que empieza mañana, jueves. Otros fabricantes alemanes de automóviles también sienten la misma presión.
Según una encuesta de la Cámara Alemana de Comercio Exterior (Auslandshandelskammern – AHK) en China, la sensibilidad de los chinos a los costos es el motor más importante de la innovación para las 64 empresas alemanas encuestadas: el 59% lo considera muy relevante y otro 29%, moderadamente relevante. Sin embargo, la encuesta realizada entre febrero y marzo de 2024 como parte del Informe de Innovación de la AHK también muestra que los fabricantes de automóviles quieren permanecer y hacer frente a la competencia. Casi dos tercios tienen intención de seguir invirtiendo en Alemania en los próximos dos años, y más de cuatro de cada cinco lo consideran necesario para seguir siendo competitivos.
VW: 693.600 vehículos entregados en el primer trimestre
El Grupo Volkswagen no es una excepción en este sentido, el negocio de los coches convencionales con motor de combustión sigue siendo “altamente rentable” para la marca de Wolfsburgo. Gracias a los beneficios burbujeantes, la empresa dispone de fondos suficientes para invertir y remodelar a fondo. Sin embargo, esto también parece necesario. Después de todo, el mercado en China se está desarrollando rápidamente en la dirección de los coches eléctricos inteligentes. Según el Grupo Volkswagen, en el primer trimestre entregó 693.600 vehículos a clientes en China. De ellos, 41.000 eran vehículos puramente eléctricos. Aunque esto supone una mejora para VW, sigue siendo relativamente bajo en comparación con el mercado global de coches eléctricos.
El periódico estatal “China Daily” informó recientemente que se espera que el 40% de todos los vehículos vendidos en China este año sean coches eléctricos. Esto significa que el año que viene uno de cada dos vehículos vendidos en China será eléctrico.
Cuando se trata de motores de combustión, los fabricantes chinos nunca han podido seguir el ritmo de la tecnología de filigrana de los alemanes. Pero en lo que respecta a los coches eléctricos, las cartas se han barajado de nuevo. Ya no es VW quien vende más vehículos, sino el fabricante chino BYD, que entró en el segmento eléctrico muy pronto. Con la ayuda de subvenciones públicas, pero al menos con la misma dosis de ingenio, los chinos han conseguido fabricar coches que se adaptan a los gustos de los compradores.
A los fabricantes establecidos se han unido docenas de nuevos proveedores chinos que están inundando literalmente el mercado con vehículos técnicamente maduros. Hay tantas marcas de coches eléctricos en las calles de las principales ciudades chinas que a veces es difícil seguirles la pista.
Las cifras de la AHK también muestran la seriedad con la que las empresas alemanas se toman la competencia. Los representantes de la industria automovilística alemana en China identificaron casi unánimemente las innovaciones de producto como el factor más importante en el mercado chino. Sin embargo, desde la perspectiva alemana, los competidores nacionales están ganando terreno. El 11% de los encuestados ya ve a los competidores chinos como líderes en innovación, y el 58% espera que así sea en los próximos cinco años. La razón principal de esta sombría expectativa: desde la perspectiva de la gran mayoría, los chinos son simplemente más rápidos a la hora de lanzar nuevos desarrollos al mercado.
Debilitamiento de la economía china
Y luego, por supuesto, está Tesla, que también puede ofrecer sus vehículos localmente a precios favorables gracias a una enorme fábrica en Shanghai. Toda una armada de fabricantes quiere imponerse en el mercado. Cui Dongshu, Secretario General de la Asociación China del Automóvil (CPCA), habla de una auténtica “guerra de precios”.
Todo esto ocurre en un contexto de debilitamiento de la economía china. La gente se piensa dos veces si es el momento adecuado para comprar un coche nuevo. Por ello, los fabricantes no tienen más remedio que conceder grandes descuentos. De esta forma es difícil que el negocio sea rentable.
El Salón del Automóvil de Pekín, que para muchos fabricantes es la cita industrial más importante del mundo, volverá a presentar varios modelos. Sólo Volkswagen, con marcas de su Grupo como Audi y Porsche, tiene previsto presentar 44 vehículos en el salón, entre ellos seis primicias mundiales. El Director General del Grupo, Oliver Blume, promete demostrar la “fuerza innovadora” del fabricante alemán de automóviles.
Según la encuesta industrial de la AHK, gran parte de estas innovaciones no proceden de Alemania ni de otro centro de innovación de Europa. Más de la mitad de las empresas investigan y desarrollan exclusivamente “para China en China”. Si se incluyen las que lo hacen tanto para el mercado extranjero como para su negocio global, la cifra supera los dos tercios. El 70% recurre a asociaciones estratégicas, por ejemplo con universidades e institutos de investigación. El objetivo principal es reforzar su imagen y reputación, pero las empresas también esperan un viento de cola en términos de competitividad y productividad de sus productos.
Los expertos: mantenerse a flote en el mercado automovilístico chino
A pesar del debate sobre la excesiva dependencia de la economía alemana de China, los expertos del sector del automóvil no ven otra alternativa para los fabricantes que no sea la de mantenerse al pie del cañón en China.
“China debe seguir siendo un mercado importante para los fabricantes de automóviles alemanes. No se puede simplemente redistribuir los volúmenes de ventas en este enorme mercado a EE.UU., por ejemplo”, afirma Frank Schwope, profesor de economía del automóvil en la Universidad de Ciencias Aplicadas para PYME de Colonia y Hannover. Todavía se puede crecer mucho en China. Aunque sólo sea porque, comparado con la población total, allí hay mucha menos gente que tiene coche que en América o Europa”.
Otros expertos señalan también que los alemanes deben intentar seguir el ritmo de los fabricantes nacionales en China, porque de lo contrario podrían perder frente a ellos en el mercado internacional. “También se trata de los futuros mercados del sudeste asiático, como Indonesia, que actualmente están muy ocupados por los chinos”, afirma Philipp Kupferschmidt, responsable de la industria automovilística en los países de habla alemana en la consultora de gestión Accenture.
Sin embargo, también es importante estar atento a la evolución política. “Hay cierta incertidumbre. En particular, la espada de Damocles, Taiwán, pende sobre el mercado”, advierte Kupferschmidt. Siempre hay tensiones entre el Estado insular y China, porque Pekín considera la isla parte del territorio chino, aunque en Taiwán gobierne desde hace décadas un gobierno independiente y elegido democráticamente.
Hacé tu comentario