Porsche enfrenta una fuerte conmoción en su estrategia de movilidad eléctrica. La compañía alemana decidió reducir drásticamente la plantilla de su filial Cellforce, especializada en baterías de alto rendimiento. Según informó el medio “Spiegel”, de los 286 trabajadores que tiene la empresa, aproximadamente 200 quedarán sin trabajo, ya que la filial no ofrece garantías de empleo como sí ocurre en Porsche.
La medida marca un retroceso en los planes del fabricante de automóviles, que había invertido cientos de millones de EUR en el desarrollo de tecnología de baterías para competir con otros fabricantes de autos eléctricos. El cierre de Cellforce ocurre antes de que la empresa lograra producir baterías listas para la fabricación en serie.
El impacto financiero detrás de la decisión de Porsche
La decisión también implica pérdidas financieras. Cellforce recibió apoyo del estado de Baden-Württemberg por un importe de dos cifras en millones de EUR, una inversión que ahora podría ser reclamada de vuelta si la empresa no cumple con los objetivos previstos. Además, el grupo Volkswagen, matriz de Porsche, destinó miles de millones de EUR para impulsar la innovación a través de Cellforce, en un esfuerzo por ponerse al nivel de otros fabricantes de vehículos eléctricos.
El impacto económico incluye no solo las inversiones realizadas, sino también posibles indemnizaciones laborales por los despidos masivos. El gobierno regional podría recuperar fondos públicos destinados a fomentar la investigación y desarrollo, un golpe adicional para la estrategia de movilidad eléctrica de Porsche.
Búsqueda de inversores en un futuro incierto
Desde abril, Porsche había anunciado que no continuaría con el proyecto tal como estaba planteado. La empresa exploró la posibilidad de atraer inversores externos y, según fuentes del “Spiegel”, BMW habría mostrado interés en algún momento. A pesar del cierre de la planta principal, el equipo de investigación de Cellforce podría mantenerse, con la intención de preservar el conocimiento adquirido.

En paralelo, Porsche trabaja en un nuevo plan de expansión. La empresa busca una ubicación para una planta de entre 10 y 20 gigavatios hora y negocia con inversores estratégicos y financieros para recaudar entre 2.000 y 3.000 millones de EUR. La decisión sobre la ubicación definitiva no se ha tomado, y se evalúan opciones en Europa, Estados Unidos y Canadá, priorizando costos de energía competitivos, según indicaron el CEO Oliver Blume y el CFO Lutz Meschke.
Crisis y desafíos del sector automotriz
El recorte en Cellforce se suma a un contexto complejo para Porsche. A fines del mes pasado, la empresa reportó una caída notable en sus ganancias, afectada por el retraso en la transición hacia motores eléctricos y por los aranceles impuestos por Estados Unidos. El grupo Volkswagen, que controla Porsche, enfrenta presión por mantener la competitividad en una industria automotriz que exige inversiones millonarias en innovación tecnológica y sostenibilidad.

Cellforce, fundada en junio de 2021, había sido inicialmente coadministrada por Porsche y Customcells Holding GmbH. Porsche adquirió un 72,7% de las acciones con un desembolso de alta cifra en millones de EUR, aunque no se precisó cuánto pagó por el resto de la participación.
La compañía desarrolla actualmente una planta de 1,3 gigavatios hora en Baden-Württemberg, con materiales de baterías de litio suministrados por la también alemana BASF, prevista para iniciar la producción en 2024. Sin embargo, la intención es trasladar la producción a una nueva planta de mayor escala para consolidar la estrategia de electrificación del grupo.




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