Buenos Aires (AT) – Del fútbol se pueden trasladar muchas cosas al mundo empresarial: la perseverancia, la estrategia, el espíritu de equipo y la pasión son cruciales tanto aquí como allí. Casi suena a perogrullada. Pero si nos fijamos en el entrenador campeón del Bayer Leverkusen, Xabi Alonso (42), podemos deducir algunas cosas muy concretas.
Las enseñanzas de Xabi Alonso
Alonso no sólo consigue el máximo éxito con su estilo de dirección de equipo, sino que también sigue siendo modesto y da a sus empleados margen para desarrollarse. A horas de que el Bayer Leverkusen pueda seguir haciendo historia con su equipo metiéndose en semifinales de Europa League, cinco ejemplos del liderazgo del reciente DT campeón de la Bundesliga:
Confianza: El éxito del Bayer Leverkusen se caracteriza por su juego creativo. Como entrenador, sin embargo, Alonso sólo puede dar instrucciones en la línea de banda; durante el partido tiene que confiar en sus jugadores. Ellos tienen que poner en práctica lo que él ha trabajado con ellos en los entrenamientos. Alonso conoce a su gente y sabe cómo utilizar sus habilidades por el bien del equipo. Pero, sobre todo, les da suficiente libertad para desarrollar su creatividad.
Participación: el éxito sólo es posible en equipo. Eso es cierto en cualquier deporte de equipo, por supuesto. Pero Xabi Alonso ha conseguido reunir a los mejores en una estructura única. Esto significa que todos tienen que arrimar el hombro y sentirse parte del todo. Sólo entonces todos se sienten responsables: la propiedad sólo surge cuando el equipo actúa como una unidad y confía en los demás. A la inversa, para el directivo esto significa que en un equipo no sólo cuentan las estrellas. Siempre se trata de cómo encaja cada individuo en el conjunto y cómo aporta sus puntos fuertes personales por el bien del equipo.
Estilo sin ego: Xabi Alonso no se toma demasiado en serio a sí mismo. Esto le diferencia mucho de otros entrenadores de primera fila, como José Mourinho (61), a quien le gusta celebrarse a sí mismo como the Special One, o Louis Van Gaal (72), a quien le gusta mantener un férreo control del cetro. Sí, estos entrenadores también tienen éxito, pero su estilo de gestión es a menudo ególatra y deja poco margen para el desarrollo del equipo como colectivo.
Entrenadores como Julian Nagelsmann (36), famoso por su devoción por el detalle, también pueden inspirar. Sin embargo, los directivos deben tener cuidado de no caer en la trampa de una microgestión excesiva. El equilibrio entre detalle y estrategia es importante. Y el egocentrismo está fuera de lugar.
Reflexión continua: El técnico español es un gurú de la táctica. Ya de niño analizaba cada jugada con su padre, igual que hizo como jugador en el Real Madrid, el Liverpool FC y el Bayern de Múnich. No para fastidiar, sino para aprender. Quería y sigue queriendo mejorar para ganar. Y ahora hace lo mismo en la gestión: sin dramas, sin recriminaciones, sólo pura optimización. También en la empresa deberíamos cuestionarnos mucho más a menudo, analizar mucho más, reconocer los errores y luego, por supuesto, hacer las cosas mejor. Transparente y justo.
Gestión continua del talento: el Bayer Leverkusen tuvo éxito porque todos los jugadores recién fichados funcionaron perfectamente en el equipo. Y porque los jugadores jóvenes o antes menos llamativos mejoraron mucho. Reconocer y reclutar talento es crucial para el éxito de Alonso, no sólo al principio de la temporada, sino como un proceso continuo. Podemos aprender del fútbol cuánto hay que invertir para descubrir e incorporar al equipo nuevos talentos que encajen perfectamente en la estrategia futura. Esto requiere centrarse en la búsqueda continua y la gestión del talento en RRHH. No se trata sólo de buscar nuevos directivos de forma individual, sino de un proceso continuo.
Quienes se tomen a pecho estos cinco principios aumentarán sus posibilidades de escribir una historia de éxito dentro de la empresa. Los principios del Bayer Leverkusen de Xabi Alonso son transferibles a la gestión en las empresas.
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