Buenos Aires (AT) – La historia de la construcción del sistema de transporte subterráneo de mercancías en Suiza es un relato que requiere de paciencia e imaginación. Fue propuesto por primera vez en 2013 por una sociedad anónima llamada cargo sous terrain (Carga subterránea – CST). Sin embargo, tuvieron que pasar ocho años antes de que el Parlamento suizo aprobara la nueva legislación necesaria para su construcción, la cual entró en vigencia en agosto de 2022.
A pesar de esto, el año actual parece ser prometedor para CST. En enero se iniciaron las perforaciones exploratorias y las mediciones geológicas necesarias para planificar con precisión el primer tramo de túneles entre Zúrich y Härkingen, en el cantón de Soleura. La empresa ha mantenido conversaciones con los residentes y las comunidades a lo largo de esta ruta, donde se planean establecer centros de carga y descarga de mercancías del sistema de transporte subterráneo. Sin embargo, aún se necesitan obtener los permisos de planificación de los distintos cantones.
La ruta Härkingen – Zúrich
El objetivo de CST es establecer una línea entre Härkingen y Zúrich, que formará parte de una red propuesta de 500 km de túneles entre Ginebra y San Galo, con una profundidad de hasta 40 metros. Estos túneles serán utilizados por vehículos autónomos eléctricos, los cuales circularán a una velocidad constante de 30 km/h y podrán transportar dos palés cada uno, facilitando así el transporte subterráneo de mercancías entre los centros de esta red.
Se estima que el costo total del proyecto ascenderá a CHF 30.000-35.000 millones (US$ 33.000-39.000 millones), el cual será financiado completamente por el sector privado. CST ha logrado reunir CHF 100 millones para la primera fase del proyecto, siendo que solo la línea entre Härkingen y Zúrich costará alrededor de CHF 3.400 millones. La legislación excluye explícitamente al Gobierno federal de cualquier responsabilidad financiera con respecto al proyecto.
Preocupación por el financiamiento del proyecto
La prensa ya ha destacado la preocupación acerca del costo y la capacidad del sector privado para recaudar esta enorme suma de dinero, especialmente si se excede el presupuesto. Según el portal de información Heidi.news, el proyecto fue aprobado “en un momento de tipos de interés negativos. ¿Será resistente a tasas de interés del 2% o 3%?”. CST no ha respondido a las preguntas del sitio swissinfo.ch.
CST tiene como objetivo que el tramo de 70 km entre Härkingen y Zúrich esté operativo en 2031. Según informó recientemente la propia empresa a la radio televisión pública suiza SRF, se espera que este objetivo sea alcanzable. La emisora señaló que el túnel de base de Lötschberg, que atraviesa los Alpes berneses y tiene la mitad de longitud, tardó ocho años en construirse. No obstante, CST cree que, debido a que perforará en un terreno relativamente llano, el proceso debería ser más rápido, estimando unos tres años y medio.
Este año, CST ha presentado un prototipo de “elevador vertical” que será utilizado para mover las cápsulas entre los cubos y el túnel. Según CST, actualmente no existe ningún dispositivo similar en el mercado.
Después de completar exitosamente la primera fase, el operador tiene como objetivo finalizar el resto de la red de transporte subterráneo para el año 2045.
Las metas ambientales del sistema de transporte subterráneo
El objetivo del proyecto de transporte subterráneo futurista es desplazar y aliviar el sistema de logística en las siempre congestionadas ruta suizas. En la actualidad, el transporte de mercancías en Suiza se realiza principalmente mediante camiones, representando dos tercios del total, mientras que el resto se realiza por ferrocarril. Según las autoridades suizas, se espera que el transporte de mercancías por ruta aumente más del 30% para el año 2040, en comparación con las cifras de 2010.
Los beneficios de este sistema de transporte subterráneo incluyen una menor congestión del tráfico y una reducción de accidentes, según la última evaluación de impacto ambiental realizada por CST. Además, si CST agrupa las mercancías una vez que llegan a las ciudades y las entrega utilizando vehículos eléctricos, también se podría aliviar el tráfico en las vías urbanas.
CST hace referencia a un estudio realizado por la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich (Zürcher Fachhochschule, ZFH), el cual indica que la utilización del túnel y los servicios de entrega agrupados reducirían en un 25% la cantidad de kilómetros recorridos diariamente por los camiones de transporte en la ciudad de Zúrich. Actualmente, CST está participando en una prueba de “paquetería inteligente” en Zúrich, que tiene como objetivo reducir el número de vehículos de reparto en la carretera al ofrecer consignas para la recogida de paquetes.
Además, se espera una reducción significativa de las emisiones de carbono. Según CST, en su conjunto, la red emitiría menos contaminación que los camiones diésel utilizados actualmente. Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta afirmación. Según Heidi.news, “es dudoso que sea más respetuoso con el medio ambiente perforar 500 km de túneles que poner en la ruta camiones que, a largo plazo, funcionarán con electricidad”. Por otro lado, CST afirma que su huella ambiental será menor a largo plazo, incluso con vehículos de carga eléctricos y propulsados por hidrógeno en las rutas, y esto incluye las emisiones generadas durante las obras de construcción. La electricidad utilizada para alimentar las cápsulas automatizadas provendrá de fuentes de energía renovable.
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