Buenos Aires (AT) – El galardón del Premio Carlomagno, uno de los reconocimientos más prestigiosos de Europa, se otorga a figuras e instituciones que han dedicado sus esfuerzos a la causa de la unidad europea. Desde su instauración en 1950, el premio ha sido concedido a los visionarios de la Europa unida, incluyendo monarcas, líderes gubernamentales, presidentes y pontífices, así como a la resistencia bielorrusa y al pueblo de Ucrania. Este 9 de mayo, por primera vez en la historia, un rabino será honrado con este premio, que se entregará como hace más de 70 años, en la Catedral de Aquisgrán (Aachen). Como habíamos anticipado desde Argentinisches Tageblatt a comienzos de año.
Pinchas Goldschmidt, quien ha presidido la Conferencia de Rabinos Europeos (CER) durante casi 13 años, con alrededor de 800 miembros judíos ortodoxos eruditos, es una figura prominente en el judaísmo europeo a sus 60 años. La entrega de este premio por parte de la Junta Directiva del Premio Carlomagno simboliza el reconocimiento de la vida judía como parte integral de Europa y un rechazo categórico al antisemitismo en el continente.
Explosión de antisemitismo global
Sin embargo, Goldschmidt señala una “explosión de antisemitismo” que contradice este ideal, exacerbada desde el 7 de octubre. Los ataques terroristas de Hamás contra Israel desencadenaron una ola de violencia que resultó en el asesinato masivo más grande de judíos desde el Holocausto, con aproximadamente 1.200 víctimas mortales, miles de heridos y cerca de 240 rehenes en la Franja de Gaza. Israel ha respondido con una ofensiva militar en Gaza.
Desde entonces, el antisemitismo ha aumentado globalmente, volviéndose, según Goldschmidt, “socialmente aceptable y políticamente correcto”, una tendencia que debe revertirse. Advierte que mientras se tolere el odio hacia los judíos, Europa enfrentará un problema serio, y cuando habla de “nosotros”, se refiere no solo a la comunidad judía, sino al futuro del continente.
Pinchas Goldschmidt “agente extranjero” para Moscú
La historia familiar de Pinchas Goldschmidt está marcada por el trauma del Holocausto, con sus bisabuelos maternos y otros parientes cercanos pereciendo en Auschwitz. Nacido en Zúrich en 1963, Goldschmidt vivió como Gran Rabino de Moscú desde 1993 hasta 2022. Fugó de Rusia poco después del inicio de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, cuando el Kremlin intentó coaccionar a los líderes religiosos para que apoyaran su postura bélica.
Rusia declaró de “agente extranjero” al antiguo rabino jefe de Moscú, más de un año después de que abandonara Rusia tras la invasión de Ucrania. Posteriormente hizo un llamamiento a los judíos rusos para que huyeran del país, advirtiéndoles de que podían convertirse en chivos expiatorios de las penurias provocadas por la guerra.
El rabino Pinchas Goldschmidt fue una de las varias personas y entidades añadidas a la lista de agentes extranjeros en julio 2023 por el Ministerio de Justicia ruso. La lista incluía a un músico, dos periodistas, un antiguo funcionario municipal de Moscú y una organización educativa sin ánimo de lucro.
La etiqueta de “agente extranjero” conlleva un escrutinio gubernamental adicional y también una fuerte connotación peyorativa en el país. Las autoridades han utilizado la ley para desacreditar a las personas incluidas en la lista y reprimir la disidencia.
Goldschmidt abandonó Moscú en marzo de 2022, dos semanas después de que Rusia invadiera Ucrania, tras negarse a apoyar la guerra, y dimitió unos meses después. Había sido rabino jefe de Moscú durante unos 30 años.
“Se presionó a los líderes de la comunidad para que apoyaran la guerra, y yo me negué a hacerlo”, declaró al diario británico The Guardian en diciembre último. “Dimití porque continuar como rabino jefe de Moscú sería un problema para la comunidad debido a las medidas represivas tomadas contra los disidentes”.
Desde su partida, más de cien mil judíos han dejado Rusia. Goldschmidt describe la situación política en Rusia como cada vez más opresiva, con un retorno al aislamiento reminiscente de la Unión Soviética y un resurgimiento del antisemitismo gubernamental.
Cuando repasamos la historia rusa, siempre que el sistema político estaba en peligro se veía cómo el gobierno intentaba redirigir la ira y el descontento de las masas hacia la comunidad judía. Lo vimos en la época zarista y al final del régimen estalinista”
Rabino Pinchas Goldschmidt
La tarea interreligiosa de Goldschmidt
Goldschmidt, un rabino políglota y defensor del diálogo, ha mantenido relaciones con líderes políticos, visitando frecuentemente la Cancillería alemana y al Papa Francisco. Como presidente de la CER, ha fomentado el diálogo entre eruditos rabínicos e imanes de Europa y el norte de África.
Goldschmidt ha liderado la Conferencia de Rabinos Europeos desde 2011, organización que recientemente reubicó su central de Londres a Múnich. Su dedicación al fomento del entendimiento mutuo entre diferentes credos fue reconocida por la Junta Directiva del Premio Carlomagno. En el año 2015, Goldschmidt jugó un papel clave en la fundación del Consejo Europeo de Liderazgo Judío Musulmán, que reúne a líderes de ambas comunidades religiosas.
Además, Goldschmidt ha sido una figura central en el fortalecimiento del diálogo entre judíos y cristianos, manteniendo conversaciones regulares con el papa Francisco. Su encuentro más reciente con el líder de la Iglesia católica tuvo lugar en noviembre de 2023, donde discutieron la situación en Oriente Próximo.
En cuanto al Islam y Europa, Goldschmidt critica la lucha contra la religión islámica en lugar del islam radical, un error que debe corregirse. Asegura que el islam puede ser una parte valiosa de Europa si sus seguidores adoptan activamente valores como la libertad, la democracia y la tolerancia.
Recibir el Premio Carlomagno es un honor para Goldschmidt y representa un gesto positivo hacia la comunidad judía en Europa. Expresa su deseo de ver un mayor apoyo a las comunidades judías por parte de la sociedad civil, lo cual considera de gran importancia.
Premio Carlomagno de Aquisgrán: más de 70 años de historia
Desde su instauración en 1950, el distinguido Premio Internacional Carlomagno de Aquisgrán ha sido otorgado a destacadas figuras públicas por su contribución a la unificación europea. El conde Coudenhove-Kalergi, pionero de la idea paneuropea, tuvo el honor de ser el primer laureado. La relevancia del premio se consolidó rápidamente en Europa tras ser concedido a personalidades como el primer ministro italiano Alcide de Gasperi en 1952, el canciller alemán Konrad Adenauer en 1954 y sir Winston Churchill en 1955.
A lo largo de los años, el premio ha reconocido a eminentes líderes y figuras, incluyendo al rey emérito de España, Juan Carlos I en 1982, al ex presidente del Gobierno español Felipe González en 1993, al ex alto representante de política exterior europea Javier Solana en 2007, al papa Francisco en 2016 y al presidente francés Emmanuel Macron en 2018. Más recientemente, en el año anterior, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski fue el honrado receptor.
El Premio Internacional Carlomagno fue concebido por un grupo de distinguidas personalidades políticas, eclesiásticas, académicas e intelectuales de Aquisgrán, una ciudad alemana de gran significado histórico, ubicada cerca de la frontera con Francia. Fue en esta ciudad donde Carlomagno (747/748-814), rey de los francos y de Italia y emperador del Sacro Imperio Romano, estableció su residencia y unificó gran parte de Europa occidental bajo su imperio. El premio lleva su nombre en honor a su legado de unificación europea.
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