Buenos Aires (AT) – El reciente anuncio de un nuevo acuerdo comercial entre Estados Unidos y el Reino Unido genera repercusiones no solo entre los firmantes, sino también en terceros países exportadores, como la Argentina. En una etapa de redefinición de relaciones tras el Brexit, Londres encuentra en este pacto una oportunidad clave para reposicionarse como socio preferencial de Washington. En cambio, para Estados Unidos, se trata de un paso más dentro de su agenda comercial. El sitio web alemán Tagesschau.de detalló los puntos centrales del acuerdo y su contexto económico.
Desde su salida de la Unión Europea, el Reino Unido ha buscado acuerdos bilaterales para suplir la pérdida de acceso preferencial a su principal mercado regional. En este marco, el nuevo pacto con Estados Unidos resulta crucial. En 2024, el 17,7 % del comercio exterior británico estuvo vinculado con los Estados Unidos. Según datos oficiales del Ministerio de Comercio del Reino Unido, se exportaron bienes y servicios por un total de 196.300 millones de libras hacia Estados Unidos, lo que representa el 22,5 % de sus ventas externas.
Entre los productos exportados se destacan los autos (EUR 10.470 millones), productos farmacéuticos (EUR 7.670 millones) y maquinaria industrial (EUR 5.350 millones). También sobresale el rubro de servicios, en especial los financieros, donde el Reino Unido mantiene un superávit sostenido con respecto a EE.UU. El nuevo acuerdo facilita la continuidad de esta relación con condiciones más ventajosas que las vigentes hasta ahora.

Por el lado estadounidense, en cambio, el Reino Unido no ocupa una posición tan relevante. Fue en 2024 el quinto destino de exportaciones de bienes estadounidenses, con un volumen de 79.900 millones de dólares, y el séptimo país de origen de sus importaciones. Esto confirma que la motivación principal del pacto proviene del lado británico.
El gobierno de Keir Starmer celebró el acuerdo como un “día histórico”, mientras que Donald Trump, quien regresó a la presidencia este año, lo definió como un “gran avance”, aunque reconoció que varios detalles aún deben definirse.
Contenidos del acuerdo y beneficios mutuos
Entre los puntos principales, se destaca que el Reino Unido podrá exportar hasta 100.000 automóviles por año a Estados Unidos con un arancel base del 10 %, menor al que regía durante los años anteriores. Además, se eliminarán los aranceles estadounidenses sobre acero y aluminio británicos. También se habilita la entrada libre de impuestos de motores y partes de aviones fabricados por Rolls Royce.
En contrapartida, Gran Bretaña ofrecerá un acceso más sencillo a su mercado para productos agrícolas estadounidenses como la carne vacuna y el etanol. Este punto, si bien no ocupa titulares en Europa, puede tener efectos colaterales sobre las exportaciones de otros países productores de alimentos.
Lo que puede perder la Argentina

Si bien el acuerdo se firmó entre dos potencias extranjeras a la región, sus efectos podrían sentirse en sectores clave para la economía argentina. La apertura del mercado británico a la carne vacuna estadounidense, por ejemplo, podría complicar el ingreso de carne argentina a ese país, especialmente en un contexto de cuotas limitadas y exigencias sanitarias estrictas. Si la carne de Estados Unidos ingresa en mejores condiciones, podría dejar en desventaja a otros proveedores.
Otro rubro en riesgo es el del vino. Argentina exporta una parte relevante de su producción vitivinícola a Estados Unidos. Si los vinos británicos acceden con menores barreras al mercado estadounidense, podrían competir directamente con los productos argentinos, sobre todo en el segmento de gama media y alta. Esto afectaría la competitividad del Malbec y otras variedades nacionales en un mercado donde ya existen disputas por el posicionamiento.
En cuanto al trigo, si bien el acuerdo no menciona cambios específicos, cualquier modificación en el flujo agrícola entre EE.UU. y el Reino Unido puede influir en los precios globales, afectando las perspectivas de exportación de granos desde Argentina hacia Europa.

En síntesis, si bien el acuerdo entre Estados Unidos y el Reino Unido representa una victoria política y económica más clara para Londres que para Washington, sus efectos pueden extenderse más allá de las fronteras de ambos países. Para la Argentina, se abre un escenario con nuevos desafíos en mercados que ya son altamente competitivos. El gobierno de Javier Milei deberá observar con atención la implementación efectiva del acuerdo y anticiparse a sus impactos sobre las exportaciones agroindustriales.
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