El ministro de Economía alemán anunció que se ha alcanzado un “importante progreso” en las negociaciones con la Comisión Europea sobre los planes de nuevas centrales eléctricas de hidrógeno y gas en Berlín. Sin embargo, aún no se ha llegado a un acuerdo sobre cómo se financiarán estas instalaciones.
El objetivo de Alemania es utilizar las centrales de hidrógeno y gas para cubrir las lagunas en el suministro de energía eólica y solar. El país ha estado en desacuerdo con Bruselas sobre cómo aplicar la financiación pública a estos proyectos.
El ministro de Economía, Robert Habeck, informó en un encuentro con la prensa en Hamburgo que Alemania ha acordado licitar 8,8 gigavatios (GW) de nuevas centrales de hidrógeno y otros 15 GW que inicialmente funcionarán con gas natural antes de conectarse a la red de hidrógeno a más tardar en 2035.
El proceso de licitación para los 10 GW de centrales preparadas para funcionar con gas e hidrógeno está previsto que ocurra antes de 2026. Después de esto, el gobierno evaluará el proceso antes de licitar los 5 GW restantes.
Habeck calificó este avance como un logro político significativo. Sin embargo, aún queda pendiente un acuerdo con la Comisión sobre cómo se subvencionarán estas centrales.
Según informes de la revista Der Spiegel, Alemania busca que las subvenciones para las futuras centrales se acuerden siguiendo las directrices para proyectos de descarbonización, lo que permitiría una aprobación más rápida por parte de la Unión Europea y más financiamiento. Pero la Comisión, por su parte, ha manifestado que dichas directrices solo deberían aplicarse a las centrales de hidrógeno y no a las de gas.
Por qué el hidrógeno es tan importante
Ya hace tiempo que los productores de energía se están anticipando a un futuro con emisiones netas cero, por lo que están decididos a evitar que la infraestructura actual se convierta en activos obsoletos. Para prepararse, están reduciendo su dependencia del gas natural y apostando por el hidrógeno.
En Estados Unidos, por ejemplo, aproximadamente la mitad de los clientes de la empresa Mitsubishi Power Americas solicitaron cambiar sus pedidos de turbinas de gas por turbinas de doble combustible, que utilizan una mezcla de gas natural e hidrógeno, lo que reduce las emisiones.
En la actualidad, esta tecnología permite que las turbinas operen con una mezcla de 30% de hidrógeno y 70% de gas natural. Sin embargo, en un futuro cercano, serán capaces de funcionar con un 100% de hidrógeno, eliminando por completo las emisiones de CO2.
El hidrógeno es clave en esta transición, ya que al quemarse la única emisión resultante es el agua. Se puede producir mediante electrólisis con electricidad renovable y proporciona una fuente constante de energía, lo que lo convierte en una alternativa más ecológica que el gas natural y un socio ideal para las energías renovables.
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