Buenos Aires (AT) – En Suiza, el acceso a la propiedad inmobiliaria está limitado por criterios estrictos de solvencia y precios elevados. Los jóvenes menores de 35 años enfrentan barreras considerables al intentar ingresar al mercado, especialmente en las grandes ciudades y regiones más desarrolladas. La edad promedio para comprar una casa en el país ronda los 48 años. Esa cifra refleja un punto en el que los ingresos y el patrimonio acumulado suelen ser suficientes para obtener un crédito hipotecario.
La consultora Wüest Partner analizó el panorama y llegó a una conclusión clara: salvo en contadas regiones, las personas jóvenes quedan fuera del mercado de compra de viviendas. El informe revela que sólo tres cantones suizos permiten un acceso relativamente viable a la propiedad para quienes aún no alcanzaron la madurez financiera.
Un mercado restringido por los criterios bancarios
El punto de partida del problema radica en los requisitos bancarios para otorgar un préstamo hipotecario. Las entidades financieras suizas calculan la viabilidad de un crédito sobre la base de ingresos brutos, valor del inmueble, porcentaje de financiación y otros costos asociados.

En concreto, para acceder a un préstamo, el solicitante debe financiar al menos el 20% del valor de la propiedad con recursos propios. El restante 80% se puede cubrir con un crédito, siempre que el costo total de la vivienda —cuotas, mantenimiento y depreciación— no supere el 33% del ingreso bruto anual. Además, se supone un interés teórico del 5%, un 1% anual de depreciación y otro 1% en costos imprevistos o de mantenimiento.
Estas condiciones excluyen a la mayoría de los jóvenes trabajadores, incluso aquellos con formación universitaria. Por ejemplo, según cifras del gobierno suizo, el salario medio de un joven profesional ronda los CHF 65.000 anuales. Con ese ingreso, acceder a una propiedad valuada en CHF 600.000 (una cifra modesta para los estándares suizos) resulta inviable. El pago anual de intereses, depreciación y mantenimiento superaría ampliamente el umbral del 33% del ingreso permitido.
Tres cantones ofrecen algo de esperanza
A pesar de este panorama restrictivo, la consultora Wüest Partner identificó tres regiones donde ciertos municipios mantienen una relación ingreso/costo más favorable. Se trata de Jura, Valais y Ticino.
En el caso de Jura, toda la región presenta condiciones accesibles para jóvenes adultos. Desde Mervelier hasta Boncourt, los valores inmobiliarios aún se mantienen relativamente bajos. Según datos del mercado, el precio medio de un departamento en Jura ronda los EUR 280.000.
Valais, por su parte, ofrece opciones puntuales en la parte germanoparlante del cantón. Municipios como Gampel, Turtmann, Ausserberg y Fieschertal figuran entre los pocos que aún permiten que una persona menor de 35 años, con ingresos regulares, acceda a la compra de una vivienda sin comprometer su estabilidad financiera.

Ticino completa el trío, aunque con menos zonas accesibles. En este cantón del sur del país, donde se habla italiano, algunas comunas rurales todavía ofrecen precios razonables en comparación con los grandes centros urbanos.
El contraste con las ciudades
Fuera de estas excepciones, el resto del territorio suizo se encuentra fuera del alcance de los jóvenes. Zúrich, Ginebra, Basilea y Lausana —los principales núcleos urbanos— concentran la mayor demanda, pero también los precios más altos del país.
En Zúrich, por ejemplo, el precio promedio por metro cuadrado supera los EUR 11.000, según datos de comparis.ch. Comprar un departamento de 80 m² en la ciudad puede costar más de EUR 880.000. A eso se suman impuestos, gastos notariales y mantenimiento, lo que eleva aún más el costo real.
En Ginebra, la situación es similar. El precio promedio ronda los EUR 10.500 por metro cuadrado. Una pareja joven, con ingresos combinados de EUR 110.000 anuales, no cumple con los requisitos bancarios para afrontar una compra de ese nivel.

Estos valores no sólo afectan a quienes buscan comprar su primera vivienda. También condicionan la movilidad laboral y residencial. Muchos jóvenes se ven obligados a alquilar durante décadas o a vivir en zonas periféricas mal conectadas, afectando su calidad de vida.
Según un estudio del Instituto Federal de Estadística, solo el 36% de los hogares en Suiza son propietarios. En el grupo de menores de 35 años, ese porcentaje desciende al 8%.
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