Berlín – Cuatro antiguos ejecutivos de Volkswagen fueron declarados culpables de fraude en el juicio penal relativo al escándalo en torno a la manipulación de las pruebas de emisiones de los coches diésel de la automotriz alemana. El Tribunal Regional de Brunswick, en el Estado federado alemán de Baja Sajonia, condenó el lunes a dos acusados a varios años de cárcel, mientras que dos antiguos empleados recibieron penas en suspenso.
Un exjefe de desarrollo de motores diésel fue condenado a cuatro años y medio de cárcel y el exjefe de electrónica de propulsión, a dos años y siete meses. El acusado de mayor rango, un exmiembro del consejo de desarrollo de la marca Volkswagen, recibió una condena condicional de un año y tres meses y un exjefe de departamento fue condenado a un año y diez meses de libertad condicional.
La Fiscalía había pedido entre dos y cuatro años de cárcel y solo consideraba apropiada la libertad condicional en un caso. La defensa, por su parte, pedía tres absoluciones y una amonestación. La sentencia no es firme y el proceso judicial no ha terminado incluso después de este veredicto de culpabilidad.

Un juicio de cuatro años
La sentencia pone fin a un juicio de gran envergadura tras casi cuatro años. El escándalo salió a la luz en septiembre de 2015, cuando la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA) denunció la manipulación de las pruebas de emisiones de los coches diésel. Poco antes, el fabricante de automóviles con sede en Wolfsburgo había admitido resultados falsos en pruebas realizadas en Estados Unidos.
Los denominados “dispositivos de desactivación” instalados en los vehículos diésel de Volkswagen hacían que los coches cumplieran los límites de óxido de nitrógeno en condiciones de prueba, pero no cuando circulaban por carretera.
Como resultado, se produjeron graves consecuencias, como penas de prisión en Estados Unido y Volkswagen pagó una multa de mil millones de euros al estado de Baja Sajonia e indemnizaciones para alrededor de un cuarto de millón de clientes de diésel. Los inversores demandaron a Volkswagen y el holding Porsche SE por pérdidas multimillonarias en el precio de las acciones tras el denominado “Dieselgate”.
El origen de la maniobra se remonta a comienzos de milenio, cuando Volkswagen quería alcanzar a la competencia con coches diésel en Estados Unidos. Los investigadores están convencidos de que los problemas para cumplir las normas de emisiones provocaron una serie de encubrimientos en torno al truco del software.
“Eso no debe volver a ocurrir”
“Manipulación y Volkswagen, eso no debe volver a ocurrir”. Con esta frase compareció el entonces CEO de la automotriz, Martin Winterkorn ante los medios el 22 de septiembre de 2015. El ejecutivo mejor pago de Alemania se disculpó, reconoció mala conducta y prometió: “Vamos a aclarar esto”. Sin embargo dimitió al otro día y el escándalo aún se está dirimiendo judicialmente.
Volkswagen quedó sumida a raíz del escándalo en una de sus mayores crisis, que, según la empresa, le ha costado hasta la fecha unos 33.000 millones de euros (37.300 millones de dólares).
El plan original de la Fiscalía era que el exdirector general Winterkorn, se sentara en el banquillo de los acusados. Sin embargo, su parte del proceso se interrumpió en 2021 antes del inicio por motivos de salud.
La pregunta del millón
Al retomarse su juicio, en septiembre de 2024, Winterkorn negó las acusaciones y rechazó cualquier responsabilidad en el escándalo. A los pocos días de iniciado, su juicio fue aplazado nuevamente, tras sufrir Winterkorn un accidente que requirió tratamiento médico. La cuestión de si el proceso contra Winterkorn, de 78 años, continuará o no, y cuándo, está totalmente abierta.
Tras el primer juicio y el complejo proceso contra Winterkorn, siguen abiertos en Brunswick otros cuatro procesos penales contra un total de 31 acusados, detalló un portavoz del tribunal regional. La cuestión y pregunta clave de quién sabía qué del programa secreto y cuándo sigue sin esclarecerse significativamente tras 174 días de audiencias con unos 150 testigos.
Los cuatro exjefes de Volkswagen sentenciados hoy se acusaron entre sí y a su entonces jefe máximo Winterkorn. Los ingenieros que supuestamente sugirieron el dispositivo de desactivación dicen: “Expresamos nuestra preocupación y advertimos de las consecuencias”. Los superiores responden: “Hablamos de problemas, pero nunca de comportamiento ilegal o incluso de fraude”.
Los fiscales alegaron por su parte que Winterkorn conocía detalles sobre el software ilegal como muy tarde en mayo de 2014, mucho antes de lo que el exdirectivo ha reconocido.
Christian Brahmann, dpa
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