Buenos Aires (AT) – Las operadoras de sistemas de transporte de gas de Alemania y el Reino Unido firmaron un memorando de entendimiento para avanzar en un ambicioso proyecto de interconexión energética. Se trata de un gasoducto marino que uniría ambos países con el objetivo de transportar hidrógeno. Esta cooperación refuerza la alianza energética entre dos economías clave de Europa y busca sentar las bases para una red transnacional de hidrógeno en el continente.
El acuerdo fue rubricado por GASCADE Gastransport GmbH, operadora alemana del sistema de transmisión de gas, y National Gas, responsable de la red nacional británica. El acto tuvo lugar durante la cumbre internacional sobre hidrógeno en Róterdam. La funcionaria del Ministerio Federal de Economía y Energía de Alemania, Hanna Schumacher, participó del evento y celebró la iniciativa.
El plan: una conexión submarina entre el Reino Unido y Alemania
El proyecto contempla una tubería submarina que partiría desde Teesside, en el noreste de Inglaterra, o St Fergus, en Escocia, hasta conectarse con el proyecto AquaDuctus que lidera GASCADE en el Mar del Norte. AquaDuctus es una infraestructura pensada para transportar hidrógeno generado en plataformas marinas, aprovechando el potencial de producción renovable offshore.

Desde allí, el hidrógeno ingresaría a la red continental a través del norte de Alemania. La capacidad proyectada sería de hasta 20 gigavatios, con posibilidad de operar en ambos sentidos. Esta flexibilidad es vista como una ventaja estratégica para ajustar el suministro según la demanda en diferentes regiones.
El estudio de factibilidad que dio origen a este acuerdo fue realizado por las consultoras Arup, Adelphi y la Agencia Alemana de Energía (Dena), como parte de una asociación energética germano-británica. El análisis concluyó que existe viabilidad técnica y económica para desarrollar el corredor.
Impacto en la seguridad energética y el medioambiente
El corredor de hidrógeno apunta a fortalecer la seguridad energética europea. Al conectar la capacidad productiva británica con la demanda alemana y del resto del continente, se diversifican las fuentes de suministro. Esto cobra especial importancia en un contexto de tensiones geopolíticas y necesidad de reducir la dependencia del gas ruso.

Actualmente, Alemania importa alrededor del 90 % del gas que consume. Con el hidrógeno verde, generado a partir de energías renovables, se busca reemplazar paulatinamente los combustibles fósiles en sectores industriales intensivos, como la siderurgia o la producción química.
Por su parte, Reino Unido cuenta con un potencial estimado de 100 gigavatios en energías renovables offshore, especialmente eólica, según datos del gobierno británico. Parte de esa producción podría destinarse a la generación de hidrógeno mediante electrólisis, para luego exportarse hacia Europa a través del nuevo corredor.
Próximos pasos y respaldo institucional
GASCADE y National Gas prevén avanzar con el proceso para que el proyecto reciba la categoría de Proyecto de Interés Común (PCI) o Proyecto de Interés Mutuo (PMI), según la clasificación de la Unión Europea. Esta distinción permite acceder a fondos del Mecanismo Conectar Europa, facilita autorizaciones y garantiza coordinación entre países miembros.

Ambas empresas también trabajan para incluir la propuesta en el Plan de Desarrollo de Redes a Diez Años (TYNDP) 2026, elaborado por la red europea de operadores de sistemas de transporte de gas (ENTSO-G). Esa inclusión sería un paso clave para integrar la infraestructura al mapa energético del continente.
El director general de GASCADE, Ulrich Benterbusch, destacó que esta cooperación representa “un hito para el futuro energético de Europa”. Subrayó que la combinación de los recursos renovables del Reino Unido y la infraestructura de almacenamiento y consumo de Alemania permite fortalecer la seguridad energética europea.
En la misma línea, el director ejecutivo de National Gas, Jon Butterworth, sostuvo que esta alianza refleja la voluntad de construir un sistema energético más robusto y colaborativo. “Apoyamos los objetivos climáticos de Europa y queremos una red que beneficie a todos”, afirmó.
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