Buenos Aires (AT) – La industria de defensa de Alemania se encuentra en una encrucijada. Por un lado, la OTAN exige un aumento significativo en la producción de armamento, pero por otro, el sector enfrenta desafíos estructurales que dificultan una rápida expansión de sus capacidades.
En el norte de Múnich, la empresa KNDS Deutschland (anteriormente conocida como Krauss-Maffei Wegmann KMW) fabrica el tanque de combate Leopard 2 de forma principalmente manual. Esta producción artesanal en series pequeñas es característica del sector armamentístico alemán, pero ha sido criticada recientemente por el Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW) en un estudio.
Según el informe del IfW, para alcanzar los objetivos de la OTAN y competir con la producción rusa, la industria de defensa alemana debe transformarse en una verdadera industria de escala.

Potencial de crecimiento y obstáculos
La profesora Rafaela Kraus, experta en gestión empresarial de la Universidad de la Bundeswehr en Múnich, afirmó: “Tenemos una base industrial increíblemente buena en el área de producción y tecnologías de fabricación”. Sin embargo, señaló que para aprovechar este potencial, es necesario que los proveedores tradicionales, como los de la industria automotriz, se involucren en el sector de defensa.
Maximilian Epp, especialista en defensa de la Cámara de Industria y Comercio (IHK) de Múnich y Alta Baviera, explicó al BR que existen obstáculos burocráticos significativos. “Las empresas deben ser conscientes de que no se puede empezar a suministrar a la industria de defensa de un día para otro”, advirtió Epp. Entre los desafíos mencionó la necesidad de cumplir con normas y estándares de calidad específicos, así como las largas verificaciones de seguridad para los empleados.

La escasez de mano de obra calificada
El sector de defensa enfrenta una gran demanda de personal especializado. Aunque la industria automotriz alemana atraviesa una crisis y empresas como Audi planean recortes masivos, la transición de trabajadores no es sencilla.
Marc Zizmann, jefe de personal de MBDA Deutschland, fabricante de misiles con sede en Schrobenhausen, comentó: “No podemos absorber completamente [los despidos de la industria automotriz], pero podemos hacer ofertas. Necesitamos principalmente trabajadores calificados, pero también especialistas altamente calificados para ingeniería”.

Contratos a largo plazo: clave para el crecimiento
Alexander Sagel, director de Renk, especialista en transmisiones para tanques con sede en Augsburgo, enfatizó la importancia de las garantías de compra a largo plazo: “La garantía de que se nos comprarán, por ejemplo, 500 transmisiones en los próximos cinco años es, por supuesto, el requisito previo para que podamos invertir”.
El sector armamentístico alemán espera con interés las decisiones que se tomarán en la cumbre de la OTAN en La Haya y en las próximas sesiones del comité presupuestario alemán, que determinarán si las promesas políticas se traducirán en contratos concretos y fiables.

Principales empresas del sector
Entre las mayores empresas de defensa alemanas, según datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) y DefenseNews, se encuentran:
- Rheinmetall: Con un volumen de negocios de aproximadamente 6,2 mil millones de dólares en 2023.
- ThyssenKrupp: Registró ingresos de alrededor de 2 mil millones de dólares en el sector de defensa.
- Hensoldt: Alcanzó ventas de cerca de 2 mil millones de dólares.
- KNDS: Reportó ingresos de aproximadamente 3,2 mil millones de dólares.
- Diehl Group: Con ventas de alrededor de 853 millones de dólares en el área de defensa.
Cabe destacar que algunas empresas como Airbus, con sede principal en los Países Bajos y Francia, también tienen una presencia significativa en el mercado alemán de defensa.
La industria armamentística alemana se encuentra en un punto de inflexión. Para cumplir con las crecientes demandas de la OTAN y mantener su competitividad global, el sector deberá superar desafíos como la modernización de sus procesos productivos, la atracción de personal calificado y la obtención de contratos a largo plazo que justifiquen inversiones significativas. El éxito de esta transformación dependerá en gran medida de las decisiones políticas y presupuestarias que se tomen en los próximos meses.

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