martes, 24 de junio de 2025

Buenos Aires (AT) – Daniel Ek, conocido por ser el creador de Spotify, se convirtió en una figura inesperada en el panorama militar europeo. A través de su vehículo de inversión privado, lideró una ronda de financiamiento de EUR 600 millones en Helsing, una startup alemana dedicada al desarrollo de inteligencia artificial aplicada a la defensa. La operación duplicó la valuación de la empresa, que ahora se ubica en EUR 12.000 millones.

El movimiento ocurre en un contexto de ebullición para el sector armamentístico europeo. La guerra en Ucrania, las tensiones constantes con Rusia y el reciente acuerdo de cooperación en seguridad entre el Reino Unido y la Unión Europea activaron una ola de inversiones, tanto privadas como estatales. Las acciones de defensa en Europa muestran subas que recuerdan a las épocas de la Guerra Fría.

Ek ya había participado en una ronda anterior en Helsing, pero esta vez apostó fuerte, en línea con una tendencia que muchos analistas ven como una nueva carrera armamentista en Europa, con foco en la innovación tecnológica. Helsing desarrolla software de inteligencia artificial para interpretar datos de sensores en tiempo real, una herramienta clave para el combate moderno. El grupo trabaja con gobiernos como el alemán, el francés y varios países del este europeo.

Un sector en alza con impulso estatal

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Helsing, la startup alemana de defensa que desarrolla software de inteligencia artificial para uso militar.

En lo que va del año, los principales fabricantes de armas y tecnología bélica de Europa registraron subas espectaculares. Rheinmetall, empresa alemana de armamento y blindados, escaló un 190 %. Renk, también alemana y especializada en sistemas de transmisión para tanques, trepó un 270 %. En Francia, Thales avanzó un 80 %, mientras que las británicas BAE Systems y Rolls-Royce subieron cerca de 70 y 50 %, respectivamente. El índice Stoxx Europe Aerospace and Defence acumuló un aumento del 45 %.

Los gobiernos europeos discuten presupuestos de defensa que podrían alcanzar el 5 % del PBI, una cifra que hasta hace poco parecía impensable. En Alemania, el canciller Olaf Scholz anunció un fondo especial de EUR 100.000 millones para modernizar las fuerzas armadas, en paralelo al gasto ordinario. Polonia planea destinar el 4 % de su PBI este año, y Francia ya comprometió EUR 413.000 millones para el período 2024-2030.

Además del gasto directo, se observan esfuerzos por reconfigurar las cadenas de producción. La Unión Europea busca reducir la dependencia de proveedores externos, en particular de Estados Unidos. En abril, el Parlamento Europeo aprobó el European Defence Industry Programme, un paquete de estímulo con EUR 1.500 millones para impulsar la producción local de municiones, drones y sistemas digitales.

Riesgos, burbujas y el efecto Helsing

soldados
Europa acelera su rearme con presupuestos récord y nueva tecnología en el campo de batalla. (Foto: thedefensepost)

No todos los analistas comparten el entusiasmo generalizado. Algunos advierten sobre el riesgo de sobrevaluación en un mercado que ya acumula tres años de euforia. Las dificultades logísticas, la lentitud en la adquisición de sistemas por parte de los Estados y los límites políticos internos en varios países podrían ralentizar los efectos del gasto.

Morningstar detectó un fenómeno llamativo: un nuevo fondo cotizado en bolsa (ETF) centrado en defensa recaudó EUR 2.500 millones en solo tres meses. Aunque muestra el apetito inversor, también enciende señales de alerta sobre posibles movimientos especulativos.

La propia Helsing representa esta doble cara. Su valuación de EUR 12.000 millones se basa en proyecciones más que en contratos concretos. Por ahora, sus ingresos reales siguen siendo limitados, y su principal activo es una promesa: desarrollar una plataforma de IA capaz de integrar múltiples sistemas bélicos en tiempo real.

La firma asegura que su software ya fue probado en Ucrania, donde colaboró con fuerzas aliadas en tareas de detección y orientación. Sin embargo, los detalles técnicos permanecen bajo reserva. Desde su fundación en 2021, Helsing captó atención por la rapidez con que se posicionó en el corazón del nuevo ecosistema militar europeo.

¿Qué pasaría si termina la guerra?

Incluso si se alcanza un alto al fuego en Ucrania, la mayoría de los especialistas coinciden en que el impulso no se frenará. La atención pasaría de la urgencia del suministro al reabastecimiento, el entrenamiento y la disuasión. El paradigma defensivo europeo cambió, y el nuevo escenario parece haber llegado para quedarse.

Daniel Ek, sin experiencia previa en el mundo militar, se sumó a ese giro. Su presencia en el tablero no solo sorprende por su origen empresarial, sino también porque representa una fusión entre dos mundos antes separados: la innovación tecnológica civil y el aparato bélico estatal. Helsing se posiciona como un puente entre ambos, y su crecimiento meteórico ilustra cómo Europa se adapta a un entorno cada vez más hostil.

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