Buenos Aires (AT) – Las ventas de Tesla en Alemania cayeron casi a la mitad en abril. En un mercado clave para los vehículos eléctricos, la caída es un nuevo punto crítico para la compañía de Elon Musk, que en lo que va del año ya viene enfrentando varios problemas. La desaceleración en Europa, sumada a la incertidumbre mundial, vuelve a provocar dudas entre los inversores sobre el futuro inmediato de la empresa.
Según la Autoridad Federal de Transporte Motorizado de Alemania (KBA, por sus siglas en alemán), Tesla vendió apenas 885 vehículos en ese país durante abril. Esto representa una baja del 46% respecto del mismo mes del año anterior. El dato no sólo preocupa por su magnitud, sino también porque confirma una tendencia generalizada de retracción en el mercado europeo.
Las acciones de Tesla abrieron el martes con una baja inicial, en medio de una racha negativa que ya arrastra pérdidas importantes en lo que va del año. La caída en las ventas de abril se suma a un trimestre difícil, en el que la compañía ya había mostrado señales de debilidad.
Europa reduce el ritmo: Tesla no logra sostener la demanda
El descenso en Alemania no es un caso aislado. Durante el primer trimestre de 2025, las ventas de Tesla en toda Europa retrocedieron un 37%. A nivel mundial, la empresa entregó alrededor de 337.000 vehículos, una baja del 13% respecto del mismo período del año anterior. Si bien la caída global no alcanza la magnitud de lo ocurrido en Alemania, el contexto europeo muestra una dificultad sostenida para mantener el volumen.
Tesla enfrenta una presión particular en Europa, donde competidores como Volkswagen, BMW y Stellantis están consolidando su presencia en el segmento eléctrico. A diferencia de lo que ocurría años atrás, el dominio de Tesla ya no es tan claro en esa región. En paralelo, algunas decisiones de la empresa no contribuyen a revertir la tendencia.
La compañía sigue dependiendo del Model Y como principal fuente de ingresos. Sin embargo, la nueva versión de ese modelo no logró el repunte que algunos analistas esperaban. A pesar de la actualización, las ventas no mostraron una mejora clara. Eso refuerza la percepción de que la demanda se encuentra estancada o incluso en retroceso.
La dirección de Tesla reconoció en la última llamada de resultados del primer trimestre que existen “desafíos de marca”. La frase, escueta pero reveladora, apunta a una pérdida de atractivo en ciertos mercados. En Europa, donde la competencia es intensa y las preferencias del consumidor varían con rapidez, la imagen de la marca puede ser un factor decisivo.
Factores políticos y económicos complican el panorama
A los problemas de demanda se suma el impacto potencial de los aranceles. Aunque Tesla fabrica sus vehículos para Estados Unidos dentro del país, muchas piezas provienen del exterior. Esto la vuelve vulnerable a cambios en la política comercial, como los aranceles impulsados por la administración de Donald Trump.
Durante la misma llamada con inversores, Elon Musk mencionó que los aranceles siguen siendo un obstáculo, especialmente en un contexto donde los márgenes de ganancia son bajos. En el primer trimestre, Tesla mostró un margen operativo del 2%, el peor desde mediados de 2019. Esa cifra no sólo refleja una baja rentabilidad, sino que limita el margen de maniobra de la empresa ante cambios externos.
Las acciones de Tesla acumulan una pérdida del 31% en lo que va del año. En comparación, General Motors retrocedió un 15% y Stellantis un 28%. Ford y Rivian lograron mantenerse con cifras levemente positivas. Esta diferencia sugiere que el mercado está castigando con mayor dureza a Tesla por su falta de reacción ante los desafíos actuales.
Además, persisten las dudas sobre el rol de Elon Musk. Algunos inversores sostienen que su exposición política perjudica la imagen de la marca. Aunque Musk declaró que reducirá su participación en asuntos gubernamentales en Washington D. C., el anuncio no alcanzó para calmar las inquietudes. La percepción de que su figura está cada vez más asociada a conflictos públicos podría estar afectando la fidelidad de los clientes.
Valor de mercado en duda y perspectivas divididas
En cuanto al valor proyectado de las acciones, el consenso entre analistas de Wall Street ubica el precio objetivo promedio a 12 meses en EUR 284,23. El rango es amplio: desde un máximo de EUR 450 hasta un mínimo de EUR 115. Esa dispersión refleja la falta de acuerdo sobre el rumbo que tomará la empresa.
Actualmente, 16 analistas recomiendan comprar, 10 mantenerse y 11 vender. El promedio coloca a Tesla en la categoría de “mantener”. Esto indica una postura cautelosa, influida por las bajas ventas, la presión de los aranceles y la volatilidad en torno a su CEO.
La relación entre el precio actual de la acción, que ronda los EUR 280,26, y el precio objetivo promedio sugiere un margen de suba de apenas 1,42%. Es una cifra modesta, que da a entender que muchos inversores ya incorporaron los riesgos a sus evaluaciones.
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