Buenos Aires (AT) – La industria de la construcción produce enormes cantidades de residuos: más de 220 millones de toneladas al año, según la Agencia Federal de Medio Ambiente (Umweltbundesamt – UBA) de Alemania. Esto corresponde a más de la mitad del volumen total. De ellos, 91 millones de toneladas son residuos de la construcción en sentido estricto, es decir, escombros y residuos de demolición de carreteras. La startup Concular quiere cambiar esa mirada.
Cuando Dominik Campanella pasea por una obra de demolición, ve mercancías por todas partes: paneles de suelo, puertas, lavatorios, ladrillos. “Casi todos los componentes usados podrían reutilizarse siempre que estén en buen estado y no estén contaminados”, afirma a la revista alemana brand eins. “Pero normalmente todos estos recursos acaban en la basura”. El empresario trabaja con su empresa Concular para cambiar esta situación. Su objetivo es pasar de la construcción de usar y tirar a la arquitectura reutilizable.
El experiencia previa con Restado
Marc Haines, compañero de Campanella en la campaña, se dio cuenta en 2012 de cuánto se tira. Por aquel entonces, el arquitecto vio cómo componentes bien conservados de edificios demolidos acababan en contenedores de basura. Cuando se lo comentó a Dominik Campanella y Julius Schäufele, un amigo común, los tres se preguntaron: “¿Por qué no existe un mercado en Internet donde se puedan intercambiar estos productos, un eBay para el sector de la construcción?”. Así que ese mismo año desarrollaron Restado, una bolsa de componentes de construcción donde se ofrecen baldosas de cemento españolas, así como material aislante para estacionamientos subterráneos o escaleras de acero.
Según Dominik Campanella, Restado se ha convertido en el mayor mercado de este tipo en Europa. Sin embargo, los tres iniciadores no estaban satisfechos. Eran sobre todo particulares y pequeñas empresas los que comerciaban en la plataforma: a veces una puerta, a veces unas vigas de madera, a veces un picaporte. “Nos faltaban las grandes empresas del sector, los proyectos con 300 puertas y 30.000 ladrillos que realmente generan ventas”, explica el Director General.
Así que se dirigieron directamente a las empresas: “¿Por qué no vienen a comprarnos a nosotros el material usado?”. La respuesta: las empresas necesitan el material de construcción en un lugar concreto, en un momento concreto, con una calidad concreta y con una garantía. La plataforma no podía ofrecerlo, y así nació la idea de Concular.
Como funciona Concular
En sus investigaciones, los responsables de Restado se toparon con un problema crucial. “Un propietario no sabe lo que hay instalado en su edificio”, dice Campanella. Aquí es donde entra Concular: En primer lugar, la empresa ofrece a sus clientes un pasaporte digital de recursos para edificios nuevos, en el que se documenta cada componente durante la fase de planificación. Esto facilita la búsqueda de piezas de remodelación o demolición y su colocación en el mercado de segunda mano. Por otro lado, los empleados también pueden registrar las piezas reutilizables en edificios existentes que ya han sido remodelados o demolidos. La empresa ofrece todo lo que aún es utilizable en su mercado para grandes clientes.
A veces, una demolición se planifica con dos años de antelación, dice Campanella. Es importante contar con suficiente tiempo de antelación, porque Concular sólo puede intermediar componentes si están destinados a una nueva ubicación. “En cuanto se retira un elemento sin encontrar comprador, la ley lo considera residuo y hay que tirarlo”.
Las ventajas del reciclaje son evidentes: los vendedores ahorran en costos de demolición, hasta un 30% según Concular, porque tienen que deshacerse de menos residuos a cambio de una tarifa e incluso reciben dinero por los supuestos desechos. “Esto convierte el bloque de costos del balance en un bloque de valor”, afirma Campanella, economista de empresa.
Los compradores reciben productos reacondicionados con garantía, algunos de los cuales son un 20% más baratos que los nuevos y suelen estar disponibles más rápidamente: “La espera media por tabiques de sistema nuevos para oficinas es de 14 a 16 semanas; con nosotros, sólo dos”. Por último, pero no menos importante, el medio ambiente también se beneficia porque se conservan recursos y se emiten menos gases de efecto invernadero.
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