Buenos Aires (AT) – Europa atraviesa una de sus peores crisis económicas en años. Los motores principales del continente, Alemania y Francia, están sumidos en un clima electoral, lo que retrasa las decisiones políticas necesarias para impulsarlo. La economía de la eurozona aún tiene que esperar para recibir estímulos políticos que puedan reactivar el crecimiento. Según Nannette Hechler Fayd’herbe, directora de inversiones de la región EMEA en el banco privado Lombard Odier, la región se enfrenta a tiempos difíciles, aunque no inmediatos.
A pesar de las preocupaciones globales, en Suiza, la situación es diferente. En una entrevista reciente al medio Blick, la directora de Lombard Odier sostiene que las alarmas solo se encenderán si las empresas dejan de tener acceso al crédito en los mercados financieros o si el mercado inmobiliario se sobrecalienta, lo que aún está lejos de suceder. Aunque los precios de los inmuebles en ciudades como Zúrich y Ginebra se han disparado, todavía no estamos ante una burbuja inmobiliaria. A diferencia de lo que sucedió con las tasas de interés negativas, las decisiones políticas de la Suiza Nacional Bank (SNB) siguen manteniendo una cierta estabilidad, aunque su política monetaria podría necesitar ajustes.
El futuro cercano depende de cómo evolucione la economía mundial, especialmente en relación con las políticas de Estados Unidos. Con Donald Trump prometiendo una reindustrialización agresiva de su país, se anticipa que la economía global podría experimentar una serie de cambios, que afectarán directamente las decisiones económicas a nivel europeo. En este sentido, Suiza se enfrenta a retos pero también a la oportunidad de adaptarse a un nuevo contexto internacional.
Suiza y su mercado inmobiliario: ¿una oportunidad para inversores?
A pesar de los altos costos de vida en ciudades como Zúrich y Ginebra, Suiza sigue siendo un lugar atractivo para los inversores, especialmente aquellos interesados en la compra de propiedades. Sin embargo, ¿es aún posible para los suizos comunes adquirir su propia vivienda? Aunque la tendencia en las grandes ciudades parece indicar que el sueño de tener una casa es cada vez más inaccesible, existen opciones en áreas fuera de los centros urbanos más poblados.
Municipios más alejados de las grandes ciudades, como en el Oberland de Zúrich o el cantón vecino de Aargau, siguen ofreciendo propiedades accesibles. A pesar de la distancia de estos lugares con respecto a Zúrich, la conectividad es lo suficientemente buena como para hacer viable la adquisición de un hogar. Además, lugares como Uri, Glarus o St. Gallen presentan oportunidades interesantes, aunque con la desventaja de que los tiempos de desplazamiento hacia Zúrich son más largos.
Las tasas de interés bajas, que benefician a los prestatarios, pueden haber influido en la expansión del mercado inmobiliario. Sin embargo, las tasas podrían cambiar dependiendo de la evolución de la política monetaria del SNB, que ha optado por mantener la cautela ante la posibilidad de que la economía global se enfrente a nuevas turbulencias. Esto podría afectar la accesibilidad de la vivienda, un tema que sigue siendo central en el debate económico suizo.
El Iimpacto de la política monetaria
En cuanto a la política monetaria, Suiza se encuentra en una posición más sólida que otras economías europeas, gracias a la gestión prudente de su banco central. Aunque las tasas de interés han disminuido en los últimos tiempos, la posibilidad de que el SNB recurra nuevamente a las tasas negativas parece lejana, por el momento. La economía suiza se encuentra en una especie de espera, observando cómo los eventos en el mercado global pueden influir en las decisiones internas.
Para 2025, se prevé que la tasa de interés clave se mantenga en un 0,25%, lo que sugiere que las políticas monetarias seguirán siendo suaves, pero estables. De acuerdo con Hechler Fayd’herbe, una disminución de las tasas de interés más allá de este punto sería improbable, dado el enfoque preventivo que ha adoptado el SNB. En cambio, el banco central probablemente se centrará en intervenciones más enérgicas en los mercados de divisas, con el fin de mantener el equilibrio entre el franco suizo y otras monedas importantes, como el euro y el dólar.
La previsión de crecimiento económico para Suiza en 2025 es moderada, con un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) cercano al 1,2%. Sin embargo, algunos analistas predicen que el crecimiento podría llegar hasta el 1,5%, un escenario que dependerá de cómo se resuelvan los problemas estructurales que enfrenta Europa. Para Suiza, la fortaleza del franco suizo es menos relevante en comparación con la demanda de sus mercados de exportación, que representan una parte crucial de su economía.
En este contexto global incierto, la economía suiza parece estar más preparada para afrontar los desafíos que la mayoría de las economías europeas. Sin embargo, es probable que aún se enfrenten a tensiones internas, sobre todo relacionadas con la política monetaria y los movimientos en el mercado inmobiliario. Además, la incertidumbre que rodea a las políticas de Trump en Estados Unidos podría generar un efecto en cadena que afecte las relaciones comerciales de Suiza con el resto del mundo.
Hacé tu comentario