Berlín – Margot Friedländer volvió a demostrar que su mensaje y legado de buscar siempre el diálogo con el otro sigue irradiando con fuerza. El canciller alemán, Friedrich Merz (CDU), y sus antecesores, Angela Merkel (CDU) y Olaf Scholz (SPD), estuvieron el jueves entre los invitados que asistieron al funeral de Friedländer, una de las supervivientes más longevas del Holocausto, que murió el 9 de mayo a los 103 años. La foto de los tres cancilleres se convirtió así en una inesperada muestra de que la unidad política es posible en tiempos de grieta política. Cabe recordar, que Merkel es considerada la responsable de haber truncado la carrera política de Friedrich Merz en sus inicios.
Friedländer fue una de las últimas supervivientes judías vivas de los campos de concentración nazis y una de las más conocidas en Alemania, gracias a su franqueza y a su incansable campaña para que las atrocidades cometidas por los nazis no puedan repetirse jamás. Tras emigrar a Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial, regresó a su Berlín natal a la edad de 88 años.
Como ciudadana honoraria de la capital alemana, será enterrada en una tumba especial del cementerio berlinés de Weissensee, uno de los mayores cementerios judíos de Europa.
También asistieron al oficio el presidente germano, Frank-Walter Steinmeier, la presidenta del Parlamento, Julia Klöckner, y el alcalde de Berlín, Kai Wegner. Otros invitados destacados fueron Mathias Döpfner, CEO de Springer, multinacional berlinesa de medios de comunicación y propietaria de medios como el diario “Bild” y el sitio de noticias políticas estadounidense Politico.
Le acompañaba Friede Springer, viuda del fundador de la editorial. También estuvo presente Georg Friedrich, príncipe de Prusia, descendiente del último emperador alemán y miembro del patronato de la Fundación Margot Friedländer.
La fuerza de la humanidad contra el odio
Durante la ceremonia, varios oradores honraron el compromiso de Friedländer con la humanidad y contra el odio. El presidente de la Comunidad Judía de Berlín, Gideon Joffe, recordó que los nazis habían asesinado a su madre, su padre y su hermano, y que ella misma había sido encarcelada en el campo de concentración de Theresienstadt.
“Pero a partir de este pasado, se convirtió en alguien que no quería odiar, sino recordar, no acusar, sino contar”, dijo Joffe. El rabino de la comunidad judía Jabad de Berlín, Yehuda Teichtal, se expresó en términos similares: “Margot, tu historia es una historia de fuerza y humanidad inquebrantable”. El legado de Friedländer es intentar siempre hacer del mundo un lugar más humano y mejor, aseguró.
(AT / dpa)
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