Buenos Aires (AT) – En la última semana de sesiones antes de la pausa estival, el Bundestag se prepara para tratar una agenda cargada de temas centrales para el futuro inmediato de Alemania. El foco estará puesto en las áreas de economía, defensa, presupuesto y jubilaciones, con reformas que buscan responder a un escenario global desafiante y a las demandas internas de estabilidad y crecimiento.
El punto de partida fue la aprobación de un paquete de estímulo económico que apunta a reactivar la inversión privada. La semana pasada, el Parlamento dio luz verde al “Investitionssofortprogramm” (Programa de inversión inmediata), una batería de medidas que otorga alivios fiscales millonarios a las empresas mediante nuevas reglas de amortización y una reducción escalonada de impuestos.
Según estimaciones del Ministerio de Finanzas, la iniciativa implicará una merma de ingresos de aproximadamente EUR 48.000 millones (US$ 56.500 millones) para los Länder y municipios. No obstante, el gobierno federal se comprometió a cubrir parte de ese bache, en un intento por equilibrar los beneficios para el sector privado con la sostenibilidad fiscal de los gobiernos subnacionales.
El proyecto aún debe ser aprobado por el Bundesrat el 11 de julio. Según fuentes parlamentarias, los estados federados ya han anticipado su disposición favorable.

Presupuesto 2025: récord de gastos y deudas
El próximo eje del debate será el proyecto de presupuesto federal para 2025. El plan elaborado por el ministro de Finanzas Lars Klingbeil prevé gastos totales por EUR 503.000 millones (US$ 592.088 millones), lo que representa una expansión considerable respecto a años anteriores.
Una porción significativa de esos fondos estará destinada al gasto militar. Entre 2024 y 2029, el presupuesto de Defensa pasará de EUR 52.000 a EUR 153.000 millones (de US$ 61.210 a US$ 180.100 millones). A esa suma se le deben sumar los aportes extraordinarios del Sondervermögen, el fondo especial creado para inversión en seguridad.
Klingbeil también subrayó que se destinarán EUR 115.000 millones (US$ 135.368 millones) a infraestructura y digitalización, en lo que denominó “inversiones récord”. Sin embargo, este gasto sin precedentes implicará también un endeudamiento en alza: solo este año se emitirán más de EUR 140.000 millones (US$ 164.800 millones) en nueva deuda. Se espera que el presupuesto sea aprobado en septiembre.

Servicio militar: una reforma con sabor a retorno
Frente a los nuevos estándares de la OTAN, el gobierno federal evalúa ampliar las filas de las fuerzas armadas alemanas. Actualmente, la Bundeswehr cuenta con 180.000 efectivos, pero se estima que necesitará llegar a 260.000 para cumplir con los compromisos internacionales.
En ese contexto, el ministro de Defensa Boris Pistorius planea presentar un proyecto que modifique el sistema de reclutamiento. La idea es mantener el carácter voluntario del servicio, pero incluir mecanismos que permitan incorporar efectivos en caso de que no haya suficientes voluntarios. El retorno de la conscripción obligatoria, suspendida desde 2011, sigue fuera de la agenda.

Reforma jubilatoria: mantener el nivel y fomentar el trabajo en la vejez
La ministra de Trabajo Bärbel Bas trabaja en una iniciativa para garantizar el nivel de las jubilaciones alemanas hasta 2031, sin subir las contribuciones de los trabajadores activos. El objetivo es mantener la relación entre la jubilación promedio y el salario promedio en el 48%, una de las promesas clave del SPD en la última campaña electoral.
El proyecto, que se presentará en agosto, también contempla incentivos para que los empleadores mantengan a sus trabajadores más allá de la edad jubilatoria. En un país con una pirámide poblacional envejecida y una economía que demanda cada vez más mano de obra especializada, facilitar el trabajo en edades avanzadas aparece como una herramienta para sostener la productividad.

Una agenda intensa, con impacto global
Los temas que ocupan al Parlamento alemán no se limitan a la política interna. La ampliación del gasto militar, por ejemplo, está directamente relacionada con el nuevo rol de Alemania en el marco de la OTAN y el deterioro de la seguridad internacional tras la invasión rusa a Ucrania. Por su parte, la expansión del gasto público es una respuesta a la presión por reactivar la economía en medio de una desaceleración global.
Los desafíos que enfrenta Alemania son compartidos por otros países, incluida la Argentina, donde también se discuten reformas estructurales en pensiones, servicio militar y marcos fiscales. Aunque el contexto económico y social sea distinto, las decisiones que tome el Bundestag podrían marcar tendencias que impacten más allá de sus fronteras, en especial en temas como el envejecimiento poblacional, la educación técnica y la transición energética.

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