Buenos Aires (AT) – Infineon avanza con una de las inversiones industriales más importantes en Alemania en los últimos años. La empresa tecnológica alemana está ampliando su complejo en la ciudad de Dresde con la construcción de una nueva planta llamada Smart Power Fab. El proyecto no sólo representa un salto en términos de producción de chips, sino que también tiene un fuerte respaldo financiero del Estado alemán y de la Unión Europea.
La planta estará equipada con una línea de producción flexible, única en el mundo, capaz de fabricar distintos tipos de chips en los mismos equipos, sin necesidad de detenerse para cambiar herramientas o realizar ajustes prolongados. Esta tecnología busca responder de forma más ágil a los cambios en la demanda de la industria electrónica.
La inversión total por parte de Infineon asciende a EUR 5.000 millones. A esto se suman alrededor de EUR 1.000 millones en subvenciones públicas, aportadas tanto por el gobierno federal de Alemania como por fondos europeos. Berlín otorgará EUR 920 millones directamente, mientras que Bruselas contribuirá mediante el European Chips Act y el mecanismo IPCEI ME/CT (Proyecto Importante de Interés Común Europeo en Microelectrónica y Tecnologías de Comunicación).
Un proyecto estratégico para Europa

El objetivo de esta expansión va más allá del crecimiento empresarial. Forma parte del plan europeo para fortalecer la producción local de semiconductores. Actualmente, gran parte de los chips utilizados en la industria europea provienen de Asia. El Chips Act europeo busca revertir esa situación y garantizar la autonomía tecnológica del continente.
Infineon se comprometió a invertir en investigación y desarrollo en Europa. Además, deberá colaborar con la preparación ante posibles crisis de suministro. Esto implica priorizar pedidos estratégicos en caso de interrupciones, como las que ocurrieron durante la pandemia o por conflictos geopolíticos.
La Comisión Europea aprobó en febrero el aporte estatal alemán al proyecto. El gobierno alemán, por su parte, autorizó el inicio anticipado de las obras en mayo de 2023. Desde entonces, los trabajos avanzaron a buen ritmo. En abril de este año se realizó la ceremonia de colocación de la última viga, un paso simbólico que indica que la estructura principal ya está prácticamente terminada. Se espera que la producción comience en 2026.
Con esta nueva planta, Infineon prevé crear hasta 1.000 nuevos empleos directos en Dresde. La empresa opera en esa ciudad desde 1994 y ya cuenta con una base sólida en la región. El nuevo módulo, denominado “Factory Module 4”, ampliará considerablemente la capacidad de fabricación del sitio.
No es el único proyecto en la región

La inversión de Infineon se suma a otros movimientos relevantes en la industria de los semiconductores en Alemania. En paralelo, se está construyendo otra planta en Dresde bajo la iniciativa conjunta ESMC (European Semiconductor Manufacturing Company). Este emprendimiento está liderado por la taiwanesa TSMC, que posee el 70 % del capital, y acompañado por socios europeos: Bosch, NXP e Infineon, cada uno con un 10 %.
La planta de ESMC estará ubicada al oeste del aeropuerto de Dresde, en un predio distinto al de Infineon. Recibió la aprobación del apoyo estatal en Bruselas durante el verano de 2024, y el gobierno alemán confirmó su financiación nacional en diciembre del mismo año. Se espera que ambas fábricas contribuyan a posicionar a Alemania como un nodo central de la industria de chips en Europa.
Si bien se trata de proyectos independientes, muestran una tendencia clara: la concentración de inversiones estratégicas en microelectrónica en Alemania, particularmente en el estado de Sajonia. Dresde ya es conocida como “Silicon Saxony”, y estas inversiones refuerzan ese apodo.
La importancia de los semiconductores

Los chips semiconductores son fundamentales para una gran variedad de productos. Desde autos eléctricos hasta electrodomésticos, desde smartphones hasta infraestructura médica. La interrupción de su suministro global, como ocurrió en 2020 y 2021, expuso la vulnerabilidad de muchas industrias que dependen de ellos.
Europa busca evitar nuevas crisis apostando por la producción local. La estrategia incluye subsidios, incentivos fiscales y apoyo a la investigación. Infineon, una de las principales empresas del rubro en el continente, se convierte así en una pieza clave de ese engranaje.
Jochen Hanebeck, director ejecutivo de Infineon, expresó que la aprobación definitiva del financiamiento público representa un paso clave. Señaló que es un mensaje claro para todo el ecosistema europeo de semiconductores. También agradeció a los gobiernos nacional y regional, así como a la Unión Europea, por su respaldo.
Según el ejecutivo, los chips que se fabricarán en Dresde contribuirán a robustecer las cadenas de valor de sectores clave en Europa. La expectativa es que esta capacidad adicional sirva para atender mejor las necesidades de la industria automotriz, de las energías renovables y de la infraestructura digital.
Mientras tanto, la construcción sigue su curso. Las autoridades locales destacan el impacto económico que tendrá el proyecto en la región. Además de los empleos directos, se espera una dinamización del ecosistema empresarial y científico en torno a la planta.
Infineon reafirma así su apuesta por Alemania y por Europa. La Smart Power Fab no sólo ampliará la capacidad industrial de la compañía, sino que también fortalecerá su presencia en un sector que define el futuro económico y tecnológico del continente.
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