Buenos Aires (AT) – Friedrich Merz, recientemente investido como canciller federal de Alemania, mantuvo el primer contacto oficial con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El diálogo, que tuvo lugar el martes por la noche y se extendió durante aproximadamente 30 minutos, giró en torno a dos ejes principales: la guerra en Ucrania y los conflictos comerciales bilaterales.
Un llamado a la cooperación transatlántica
Según informó el vocero del gobierno alemán, Stefan Kornelius, ambos mandatarios coincidieron en la urgencia de alcanzar un alto el fuego en Ucrania. Merz compartió con Trump la idea de que “el derramamiento de sangre debe terminar lo antes posible”. En ese sentido, ambos abogaron por un cese inmediato de las hostilidades por parte de Rusia, con el objetivo de abrir espacio para negociaciones.
Trump manifestó su intención de “apoyar con firmeza” los esfuerzos de paz liderados por Europa. Según la comunicación oficial, mencionó expresamente su voluntad de respaldar el trabajo diplomático conjunto de Alemania, Francia, Reino Unido, Polonia y demás socios europeos.
Merz adelantó, además, que cualquier reunión bilateral previa a las cumbres del G7 y de la OTAN será coordinada estrechamente con el presidente francés Emmanuel Macron y con el primer ministro polaco Donald Tusk. Ambos encuentros multilaterales están previstos para junio: el G7 se realizará en Canadá, y el de la OTAN, en La Haya.
Invitaciones cruzadas: gestos de acercamiento diplomático
Durante el intercambio telefónico, el canciller Merz extendió una invitación formal a Trump para visitar Alemania. Según fuentes del Ejecutivo alemán, el presidente estadounidense se mostró receptivo y manifestó que consideraría con agrado la posibilidad.
A su vez, Trump invitó a Merz a visitar Washington, a lo que el canciller respondió con interés y expresó su intención de realizar la visita dentro de las próximas seis semanas, antes de las mencionadas cumbres internacionales.
Aunque Trump ha pasado por Alemania durante escalas técnicas en la base estadounidense de Ramstein, su única visita oficial al país durante su primer mandato fue con motivo del G20 de 2017. Un nuevo viaje marcaría un gesto de distensión en una relación bilateral que atravesó altibajos durante su administración anterior.
Comercio bilateral: intención de resolver diferencias pendientes
Otro punto relevante de la conversación fue la voluntad compartida de resolver de forma rápida las disputas comerciales entre ambos países. Aunque no se especificaron detalles sobre los temas abordados, se trata de una señal política clara que apunta a reducir la tensión económica acumulada en los últimos años.
Durante su anterior presidencia, Trump promovió una política comercial proteccionista que incluyó aranceles a productos europeos y generó fricciones con Alemania, especialmente en sectores como el automotor y el tecnológico. Merz, desde su llegada al poder, ha manifestado la necesidad de restablecer un diálogo fluido con Estados Unidos en materia de comercio exterior.
El tono conciliador de ambos líderes sugiere una posible apertura hacia una nueva etapa de cooperación transatlántica. En la visión del gobierno alemán, recomponer la relación comercial con Estados Unidos es clave no solo por razones económicas, sino también por su peso geopolítico en el contexto de la guerra en Europa del Este.
Un vínculo histórico que busca renovarse
Durante el diálogo, Merz subrayó que, a 80 años del final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos sigue siendo “un socio y amigo indispensable para Alemania”.
La declaración tiene un valor simbólico importante en el marco de los 200 años de inmigración alemana en América, una efeméride que ha reforzado en los últimos meses el interés por revitalizar los lazos entre ambos países.
Si bien Merz representa un cambio de estilo respecto de sus antecesores, su mensaje parece apuntar a la continuidad en la alianza estratégica con Washington. Desde Berlín consideran fundamental mantener una cooperación fuerte con la Casa Blanca, especialmente en asuntos de defensa, energía y tecnología.
Expectativas hacia los próximos encuentros
Las próximas semanas serán clave para definir el curso que tomará esta renovada relación bilateral. Tanto el eventual encuentro entre Merz y Trump como las cumbres multilaterales de junio serán momentos de prueba para las intenciones expresadas durante este primer contacto. La administración Merz apuesta a una Europa fuerte, articulada con sus aliados tradicionales, pero también autónoma en su estrategia energética y militar. En ese contexto, un vínculo constructivo con Estados Unidos aparece como una pieza central del tablero diplomático.
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