Buenos Aires (AT) – Un tiroteo en una escuela de Graz, la segunda ciudad más poblada de Austria, provocó la muerte de al menos diez personas este martes por la mañana. El ataque ocurrió en el colegio Borg Dreierschützengasse, ubicado en el distrito de Lend. El autor de los disparos, un joven austríaco de 22 años, exalumno de la institución, fue hallado sin vida en un baño del edificio, en lo que sería un suicidio. La Policía austríaca confirmó que 28 personas resultaron heridas, muchas de ellas en estado grave.
La masacre conmocionó al país. Las autoridades locales desplegaron un operativo de emergencia que incluyó fuerzas especiales, equipos médicos y unidades psicológicas. Aunque el caso aún está bajo investigación, no hay pruebas de que el autor del ataque actuara por motivos ideológicos o políticos. El Ministerio del Interior informó que el joven no tenía antecedentes penales y que poseía las armas de manera legal.
Una mañana de horror
El tiroteo se produjo poco antes de las 10:00 de la mañana, hora local. Según las primeras reconstrucciones, el atacante ingresó al establecimiento armado con una escopeta y una pistola, esta última comprada recientemente. Abrió fuego en al menos dos aulas. En total, diez personas murieron. Entre las víctimas habría estudiantes y docentes, aunque la identidad de los fallecidos todavía no fue divulgada por las autoridades.

Cerca de las 11:30, la escuela fue evacuada por completo. Los sobrevivientes fueron llevados a un sitio seguro, donde recibieron atención médica y contención psicológica. Al mismo tiempo, se registraron escenas de desesperación en la sala de emergencias de un hospital local. Allí se concentraron decenas de padres que buscaban noticias de sus hijos. Varios de ellos debieron ser atendidos tras sufrir crisis nerviosas.
El gobernador del estado de Estiria, Mario Kunasek, declaró: “Lo ocurrido hoy es incomprensible. Como gobernador y como padre estoy profundamente entristecido por este acto demencial, que causó tanto daño y un sufrimiento enorme. Mis condolencias están con las víctimas inocentes, sus familias y el profesorado”.
El atacante: un exalumno sin antecedentes
El agresor fue identificado como Arthur A., un joven de 22 años que había cursado estudios en el colegio Borg, pero que lo abandonó sin obtener el título hace dos años. De acuerdo con medios locales como Kronen Zeitung y Salzburger Nachrichten, el joven abrió fuego en el aula que había sido su salón durante el último año en la escuela. Es probable que sus antiguos compañeros ya no se encontraran allí, al haber egresado.
Durante el allanamiento a su vivienda, se encontró una carta de despedida. El contenido del escrito no fue revelado por la Policía. Tampoco se confirmaron las versiones que indicaban que Arthur A. habría sido víctima de bullying durante su paso por la escuela.
El ministro del Interior, Gerhard Karner, señaló que se manejaron muchas especulaciones sobre los motivos del ataque, pero que ahora corresponde trabajar sobre datos firmes. “Es momento de investigar con precisión”, afirmó. A la fecha, no se hallaron indicios de vínculos con grupos extremistas, aunque se analizan sus dispositivos electrónicos en busca de más información.
El joven no tenía antecedentes penales. Las armas estaban registradas a su nombre. Una de ellas sería una pistola marca Glock, adquirida recientemente por un valor de alrededor de EUR 750 en el mercado legal austríaco. El acceso a armas en Austria está regulado, pero permite la tenencia con licencia para mayores de 21 años sin historial delictivo o psiquiátrico.
Contexto y antecedentes
El tiroteo en Graz es uno de los más mortales en la historia reciente de Austria. En términos comparativos, el país mantiene una de las tasas de homicidios más bajas de Europa: 0,6 por cada 100.000 habitantes, según Eurostat. La mayoría de las muertes violentas en Austria no se vinculan con armas de fuego.
Hasta ahora, el hecho más trágico relacionado con armas en el país se había registrado en 2015, cuando un hombre mató a cuatro personas en la región de Vorarlberg, luego de una discusión familiar. A nivel educativo, no existían antecedentes de matanzas dentro de instituciones escolares austríacas.
El colegio Borg Dreierschützengasse es una escuela secundaria pública de orientación humanística y artística. Alberga a cerca de 700 estudiantes, según datos oficiales del Ministerio de Educación. El distrito de Lend, donde se encuentra el edificio, es una zona mixta de la ciudad, con presencia tanto de viviendas familiares como de servicios públicos.
Austria cuenta con cerca de un millón de armas registradas en manos de civiles. Esa cifra representa aproximadamente una por cada nueve personas. Las regulaciones prohíben el acceso a quienes tienen antecedentes de violencia, consumo problemático de sustancias o padecimientos mentales. Sin embargo, los controles sobre el estado de salud mental de los propietarios de armas no son permanentes ni sistemáticos.
El país decretó luto oficial por las víctimas. Las banderas en edificios públicos fueron colocadas a media asta. La ciudad de Graz suspendió las clases en todas sus escuelas durante al menos dos días. También se habilitó una línea de atención psicológica gratuita para estudiantes, docentes y familiares.
Las autoridades se comprometieron a revisar los protocolos de seguridad escolar. “Es nuestra responsabilidad garantizar que nuestros hijos estén seguros en las aulas. Esta tragedia nos obliga a actuar con rapidez y responsabilidad”, concluyó el gobernador Kunasek. Mientras tanto, la comunidad de Graz intenta recomponerse frente a una de las jornadas más tristes en su historia reciente.
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