Buenos Aires (AT) – El comercio electrónico en Austria atraviesa una etapa crítica. Las plataformas internacionales, en particular las asiáticas, ocupan una porción cada vez mayor del mercado. Según un estudio encargado por el gobierno y realizado por la Universidad Johannes Kepler de Linz (JKU), los consumidores austríacos destinan el 10% de su presupuesto de compras al comercio online.
Sin embargo, apenas el 35% de ese gasto se queda en empresas locales. El resto termina en manos de plataformas extranjeras, entre ellas Amazon, Zalando, Ikea y, más recientemente, gigantes asiáticos como Shein y Temu.
Ante esta situación, la Cámara de Comercio de Austria prendió las alarmas. Su división federal de comercio reclama acciones concretas para proteger a los actores locales. “¿Cómo puede ser que solo las empresas con base en la Unión Europea tengan que cumplir con una larga lista de requisitos y obligaciones de información, mientras que plataformas asiáticas que venden en Europa no enfrentan las mismas exigencias?”, cuestionó Rainer Trefelik, presidente de esa división.
Un mercado en transformación
En el ecosistema digital austríaco, Amazon lidera las ventas online con amplia ventaja. Le siguen otros actores internacionales como Zalando e Ikea. No obstante, el avance más llamativo corresponde a los comercios electrónicos con sede en Asia. Según la investigación de la JKU, uno de cada tres pedidos digitales en Austria termina en manos de plataformas como Shein, Temu u otras similares.

Este cambio en los patrones de consumo preocupa al sector comercial local. Trefelik sostuvo que estas plataformas están “alcanzando cada vez más a los actores locales” y calificó esta tendencia como “poco saludable para el comercio minorista austríaco”.
Además del volumen de ventas, otro punto crítico es la falta de igualdad regulatoria. Las empresas europeas deben cumplir con normativas estrictas de seguridad de productos, etiquetado, trazabilidad y protección del consumidor. En cambio, muchas plataformas extranjeras que operan en la región logran evitar parte de estas obligaciones.
Reclamos y propuestas
Desde la Cámara de Comercio y otras organizaciones se pide revisar el marco legal vigente. Una de las demandas principales es la eliminación anticipada de la exención de aranceles para paquetes provenientes de fuera de la Unión Europea con un valor inferior a EUR 150. Esta exención, vigente hasta 2028, permite que muchas compras pequeñas lleguen desde Asia sin pagar derechos de importación ni IVA, lo que genera una ventaja artificial frente a los comercios locales.
Otra propuesta es fortalecer el control sobre la seguridad de los productos que ingresan al mercado europeo. Numerosos estudios y operativos realizados en Alemania, Francia y Países Bajos revelaron que una parte de los productos vendidos por plataformas asiáticas no cumple con las normas de seguridad eléctrica, química o de etiquetado obligatorio.

La Asociación Alemana de Comercio Minorista (HDE, por sus siglas en alemán) también se expresó en los últimos días en la misma dirección. El organismo alemán reclamó reglas más estrictas para garantizar condiciones de competencia equitativas entre los distintos actores del mercado digital.
Un fenómeno regional
Austria no es el único país afectado por esta transformación del comercio electrónico. En Francia, la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes (DGCCRF) detectó que más del 60% de los productos adquiridos a través de plataformas asiáticas incumplían alguna norma técnica o legal. En algunos casos, se trató de juguetes con piezas pequeñas sin advertencias, cargadores con riesgo de incendio o cosméticos sin ingredientes declarados.
En Alemania, un informe del Instituto de Estudios Económicos de Colonia señaló que el comercio electrónico transfronterizo está afectando en especial a las pequeñas y medianas empresas. Muchas de ellas no pueden competir en precio ni en volumen con plataformas que tercerizan la producción y reducen al mínimo sus costos fijos.
Según datos de Eurostat, el 74% de los ciudadanos de la Unión Europea compraron por internet al menos una vez en 2024. La proporción sube a más del 90% en países como Suecia, Dinamarca y los Países Bajos. En Austria, el 78% realizó al menos una compra digital, lo que convierte al país en un mercado altamente expuesto a las dinámicas globales del ecommerce.
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