Buenos Aires (AT) – Karl Lagerfeld, uno de los nombres más emblemáticos de la alta costura del siglo XX, adquirió en sus últimos años una villa de 600 metros cuadrados en Louveciennes, una localidad ubicada a poco más de una hora al oeste de París. El legendario diseñador alemán, fallecido en 2019 a los 85 años, transformó la propiedad según su estilo inconfundible. Sin embargo, casi no la habitó: según su notario, Arno Felber, apenas pasó una noche en ella.

Un remate con historia y opulencia
El próximo 1 de julio, la villa será subastada, con un precio estimado de EUR 4,6 millones (US$ 5,27 millones). Antes de la puja, el jueves se abrirán las puertas a potenciales compradores para conocer el interior del edificio, construido a mediados del siglo XIX y reformado por Lagerfeld como un oasis privado y creativo.

Un refugio diseñado al detalle
Lagerfeld compró la propiedad a los 81 años y la convirtió en un espacio polifacético, pensado más para inspirarse y agasajar invitados que para vivir en forma permanente. En el parque de la villa mandó construir una piscina con casa de verano, un court de tenis, una biblioteca y una casa de huéspedes de dos plantas. Según fuentes citadas por medios franceses, parte de su inmensa colección de libros —estimada en 20.000 volúmenes— fue trasladada a este rincón verde. Incluso su famosa gata Choupette contaba con un patio propio.

Una cocina digna de un chef obsesivo
Fiel a su perfeccionismo, Lagerfeld hizo reformar la cocina tres veces hasta quedar conforme. El resultado: cinco piletas, cuatro hornos, una freidora industrial, un montacargas y, por supuesto, un espacio dedicado exclusivamente a su cava de vinos. Todo con un diseño que combinaba funcionalidad con elegancia sobria.

Detalles personales y guiños históricos
Una nota publicada en la revista Architectural Digest en 2023 mostró parte del interior de la casa. En el hall de entrada, dos estatuas de estilo clásico custodiaban la puerta principal. El salón principal estaba decorado con muebles art nouveau y arte vintage, incluyendo un afiche publicitario alemán de 1910 que rezaba: “Schicht-Seife ist die beste” (El jabón Schicht es el mejor).
Uno de los espacios más particulares de la villa fue un cuarto ambientado como su dormitorio de infancia, con papel tapiz de leopardo y una pintura que mostraba al rey Federico de Prusia con camisa de volados. En una de las habitaciones, también se destacaba una colección completa de literatura universal de la serie francesa Pléiade, encuadernada en cuero y con bordes dorados.

Lagerfeld y su vínculo con el lujo
Nacido en Hamburgo, Lagerfeld marcó una era en la moda internacional. Fue el principal referente creativo de Chanel durante décadas, y al mismo tiempo desarrolló su propia marca y colaboró con otras casas de renombre. Su estilo —mezcla de clasicismo severo y provocación contemporánea— se extendía más allá de las pasarelas, y sus residencias eran prueba de ello.

Legado disperso en remates millonarios
Desde su muerte, se han subastado diversos bienes pertenecientes a su herencia. Entre ellos, su departamento de 260 metros cuadrados sobre el Sena, vendido en 2023 por diez millones de euros (US$ 11.467.100) . Esta villa en Louveciennes se suma ahora al listado de propiedades personales que buscan nuevo dueño.

Una vida, un estilo
Más allá del uso limitado que hizo de esta residencia, la transformación que imprimió a cada rincón refleja la obsesión de Lagerfeld por el detalle y la estética. Como apuntó el notario Felber, “la usó más como un espacio de trabajo y para recibir invitados que como un hogar”. Un lugar hecho a su medida, donde hasta los silencios hablaban en su idioma.

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