Buenos Aires (AT) – La población de Austria volvió a aumentar en 2024. Sin embargo, ese crecimiento no se explica por una mayor cantidad de nacimientos, sino por el ingreso de personas desde el exterior. Por quinto año consecutivo, las muertes superaron a los nacimientos. Las cifras publicadas por Statistik Austria muestran un país que se sostiene demográficamente gracias a la inmigración.
Nacen menos, mueren más
El 1 de enero de 2025, Austria tenía 9.197.213 habitantes. En comparación con el año anterior, sumó 38.463 personas. El crecimiento fue del 0,4 %. Se trata de una suba menor a la de 2023, cuando el país había sumado casi 54.000 habitantes. Sin el ingreso de personas desde el extranjero, la población habría disminuido.
Durante 2024 se registraron 77.238 nacimientos. Fue la cifra más baja de los últimos 15 años. En ese mismo período, murieron 88.486 personas. El saldo natural fue negativo: más de 11.000 muertes por encima de los nacimientos.

La tasa de fecundidad descendió hasta 1,31 hijos por mujer. Es el valor más bajo desde que se lleva registro. A modo de comparación, en 2012 la tasa había sido de 1,44. El reemplazo generacional requiere un mínimo de 2,1 hijos por mujer.
Este fenómeno no se dio de manera uniforme en todo el país. Viena, Tirol y Vorarlberg mostraron balances naturales positivos. Es decir, en esas provincias nacieron más personas de las que murieron. En cambio, Baja Austria, Estiria y Carintia registraron caídas pronunciadas.
El aporte migratorio
Austria sumó habitantes solo porque llegaron más personas de las que se fueron. En total, 178.574 personas se radicaron en el país durante 2024. Por otro lado, 128.469 emigraron. El saldo migratorio fue positivo: poco más de 50.000 personas. Ese número alcanzó para compensar el déficit por muertes y mantener un crecimiento poblacional leve.
Ese movimiento se explicó casi por completo por la migración de personas extranjeras. Entre los ciudadanos austríacos, la salida superó al regreso: se fueron 19.320 y regresaron 13.658. El saldo migratorio de nacionales fue negativo.
En cambio, entre los extranjeros el resultado fue muy diferente. El ingreso neto fue de 55.767 personas. Dos tercios de esos nuevos habitantes llegaron desde fuera de la Unión Europea.
Las nacionalidades con mayor aumento fueron la siria (+10.415), la ucraniana (+7.460) y la china (+2.301). Dentro del bloque comunitario, los tres principales países de origen fueron Alemania, Hungría y Croacia.
Más del 55 % de los migrantes que llegaron fueron mujeres. En el caso de los migrantes provenientes de países de la Unión Europea, ese porcentaje subió al 60 %. Además, casi 6 de cada 10 migrantes nuevos tenían menos de 30 años.
Viena crece con el mundo, no con el interior
La capital fue la principal receptora de migrantes internacionales. Suma ya más de 2 millones de habitantes. En 2024, casi 20.000 personas que llegaron del exterior se radicaron allí. Eso representa cerca del 40 % del total nacional.

Viena también concentra el mayor porcentaje de extranjeros en relación a su población: 36,4 %. Esa proporción duplica la media del país.
Sin embargo, Viena casi no creció por migraciones internas. El saldo neto de personas que se mudaron desde otras provincias fue de apenas 832. En contraste, Baja Austria sumó más de 3.600 nuevos habitantes gracias a los movimientos dentro del territorio nacional.
La única provincia que perdió población fue Burgenland. Su población se redujo un 0,1 %. Esa región tuvo el menor nivel de fertilidad del país (1,21 hijos por mujer) y el porcentaje más bajo de extranjeros: solo 11,5 % de su población.
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