Buenos Aires (AT) – La neutralidad suiza es uno de los principios fundamentales de la política exterior del país durante más de dos siglos. Este principio, que permitió a Suiza mantenerse al margen de los conflictos bélicos internacionales, es una de las características que lo distingue en el escenario global. Sin embargo, la situación geopolítica actual podría estar cambiando este panorama. La amenaza de agresiones externas, incluidas posibles incursiones rusas, obliga al país a repensar su estrategia de defensa.
El cambio en las prioridades de defensa de las grandes potencias, como Estados Unidos, y las nuevas formas de guerra, como los ciberataques, sitúan a Suiza en una posición vulnerable. En este artículo, se analiza el desafío de la seguridad suiza, las recomendaciones de un excomandante de la OTAN y las medidas que el país debería considerar para hacer frente a los riesgos actuales.
Neutralidad en tiempos de incertidumbre
Durante siglos, la neutralidad de Suiza se interpretó como una garantía de seguridad frente a amenazas externas. A pesar de ser un país pequeño, su situación geográfica, rodeada de montañas y protegida por una larga tradición de neutralidad, le permitió evitar la invasión durante la Segunda Guerra Mundial, incluso cuando el régimen nazi de Hitler parecía invadir toda Europa.

No obstante, la amenaza de Rusia y las tensiones internacionales actuales sugieren que la neutralidad podría no ser un seguro absoluto contra la guerra. Ben Hodges, excomandante de las fuerzas de la OTAN en Europa y general retirado del ejército estadounidense, alertó en una entrevista con medios suizos que Suiza debería reconsiderar su enfoque de seguridad. A pesar de su historial de neutralidad, Suiza podría enfrentar amenazas más allá de las fronteras, incluso si no se trata de una invasión directa, debido a la creciente agresividad de Rusia y el cambio de prioridades en las políticas de defensa internacionales.
Según Hodges, Rusia ya no respeta la neutralidad suiza. Aunque no se espera que tanques rusos crucen la frontera, hay otras formas en las que Rusia podría poner en riesgo la estabilidad del país. La retirada de las tropas estadounidenses de Europa, consecuencia de una reorientación hacia la región Indo-Pacífica, deja a Europa más vulnerable a posibles agresiones, y Suiza se encuentra dentro de esa esfera de riesgo.
Medidas estratégicas para una Suiza más preparada
Para enfrentar los nuevos desafíos de seguridad, Suiza debe adoptar una serie de medidas que fortalezcan sus capacidades de defensa. Hodges sugiere tres estrategias clave para asegurar que el país pueda resistir ataques, tanto convencionales como no convencionales.
1. Defensa aérea y contra drones
Una de las principales amenazas actuales son los drones, que se utilizan para espiar y atacar objetivos clave. Suiza debe mejorar su capacidad para interceptar drones en el espacio aéreo nacional. Esta defensa debe incluir no solo la protección de instalaciones clave, sino también la capacidad de responder rápidamente a cualquier ataque aéreo. Además, la inversión en sistemas avanzados de defensa aérea permitirá al país mantenerse protegido frente a las tecnologías de ataque más modernas.

2. Inversión en defensa aérea avanzada
Hodges también destacó la necesidad de que Suiza invierta en sistemas de defensa aérea avanzados. Rusia, durante sus últimos conflictos, ha utilizado misiles, bombas guiadas y artillería pesada para destruir la infraestructura enemiga. Suiza, con su alta concentración de infraestructura crítica, debe prepararse para defenderse de estos ataques. Invertir en tecnologías de defensa de última generación permitirá a Suiza proteger su espacio aéreo y evitar el daño a las infraestructuras vitales del país.
3. Maniobras a gran escala
Suiza, como muchos países europeos, ha reducido la escala de sus maniobras militares en las últimas décadas. Sin embargo, Hodges afirma que el enfoque de pequeñas operaciones y tácticas limitadas ya no es suficiente. En un escenario de conflicto con una potencia como Rusia, Suiza debe estar lista para llevar a cabo maniobras militares a gran escala, como se hizo durante la Guerra Fría. Esto implica entrenar a las fuerzas armadas para responder rápidamente a una invasión, así como fortalecer la cooperación con otros países europeos en caso de un ataque a gran escala.
Fortalecimiento del ejército ante nuevas amenazas
Frente a estos desafíos, el gobierno suizo ha decidido aumentar su presupuesto de defensa. En 2024, Suiza asignará EUR 29.8 mil millones para el periodo 2025-2028 con el fin de reforzar su ejército y asegurar que el país esté listo para enfrentar cualquier amenaza. Este presupuesto se destinará a la modernización de la infraestructura militar, la renovación de los aviones de combate y el fortalecimiento de las fuerzas terrestres, garantizando que el país cuente con los recursos necesarios para defenderse ante posibles agresiones.
A pesar de que Suiza redujo sus presupuestos en otras áreas debido a la necesidad de equilibrar las finanzas federales, la defensa nacional no fue descuidada. Esto demuestra el reconocimiento de que los riesgos de seguridad están en aumento y que el país debe estar preparado para proteger su soberanía.
Además, la amenaza cibernética se ha convertido en una prioridad en la agenda de defensa de Suiza. En los últimos años, Suiza ha sido víctima de ataques cibernéticos que han afectado tanto a empresas privadas como a organismos gubernamentales. A partir de abril de 2025, Suiza implementará una nueva normativa que obligará a reportar los ciberataques en infraestructuras críticas, como el suministro de energía, agua potable, hospitales y transporte.
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