El mundo conmemora este año 80 años de la liberación de Auschwitz. Ante el preocupante resurgimiento de tendencias políticas de la ultraderecha en Alemania y Austria, Argentinisches Tageblatt publicó hace unas semanas varios contenidos. Entre ellos, la columna de opinión “A 80 años de liberar Auschwitz: silencios, complicidades y desafíos en la Argentina”. El texto que se publica a continuación hace referencia a esta y es replica a la misma.
Por Cristina Arheit*
El pasado es ineludible, pero también es una herramienta para construir un mejor futuro. En Argentina, la comunidad alemana ha demostrado y demuestra que la memoria histórica, el aprendizaje de los errores y la defensa de los valores democráticos no son principios abstractos, sino acciones concretas que se han llevado a cabo en los últimos años en el marco de asociaciones, escuelas y clubes.
Si bien en el pasado pudieron existir silencios cómplices, desde hace décadas la comunidad alemana en Argentina ha tomado un rol activo en la preservación de la memoria y en el fortalecimiento del lazo entre Alemania y Argentina con una mirada crítica y constructiva sobre esa memoria. Este trabajo se realiza de manera voluntaria, con esfuerzo y sin otra motivación que la convicción de que recordar es fundamental para no repetir los errores de la historia.
Muchas de las asociaciones alemanas en la Argentina – como el Hogar de Niños María Luisa, que brinda asistencia a niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad, o la DWG Sociedad Alemana de Beneficencia – son centenarias y han estado al servicio de la sociedad desde mucho antes de la Segunda Guerra Mundial, demostrando su capacidad de autocrítica y su esfuerzo por revertir los errores del pasado a través de acciones concretas.
En los últimos años, diversas iniciativas han sido impulsadas por este tipo de asociaciones para elaborar las lecciones que deja el pasado. Especialmente, de cara a las nuevas generaciones. Algunos ejemplos son:
1. Proyecto “Construyamos Sociedades Más Tolerantes”: desarrollado por la Federación de Asociaciones Argentino-Germanas (FAAG) en cooperación con la AGDS (Comunidad de Trabajo de Escuelas Argentino-Alemanas), la Stiftung Verbundenheit y el apoyo de la Embajada de Alemania, este programa ha llevado la muestra “Stolpersteine” a diversas localidades argentinas. Los Stolpersteine, pequeñas placas doradas en el suelo con los nombres de víctimas del nazismo, son un recordatorio tangible del pasado. En Argentina, la iniciativa ha sido presentada en colegios, clubes y espacios públicos, generando espacios de reflexión sobre los crímenes del nazismo y la importancia de la tolerancia. Se presentó en diversas asociaciones y localidades como el Club Alemán de Rosario, Rosario, Santa Fe; Instituto Carlos Culmey, Montecarlo, Misiones; Instituto Hindenburg, Eldorado, Misiones; Instituto Gutenberg, Posadas, Misiones; Instituto Gutenberg, Mar del Plata, Buenos Aires; Raíces Alemanas Tandil, Tandil, Buenos Aires; Sociedad Goetheana – Goethe Zentrum Mendoza, Mendoza; Deutscher Verein Esperanza, Esperanza, Santa Fe; Colegio del Carmen, Posadas, Misiones; Instituto Familiar Gumercindo Esquivel, Eldorado, Misiones; entre otros. Link de la noticia
![Stolperstein, FAAG, Verbundenheit](https://tageblatt.com.ar/wp-content/uploads/2025/02/Stolpersteikn-Cristina.jpg)
2. Congresos de Diplomacia Ciudadana y Comunidades de Habla Alemana: estos encuentros han servido para fortalecer la discusión sobre el papel de la comunidad alemana en Argentina y su compromiso con una memoria histórica responsable. El último congreso, realizado en Buenos Aires, incluyó paneles con la participación del Centro Ana Frank y la Embajada de Alemania, además de testimonios de jóvenes líderes comunitarios que trabajan en la difusión de la historia alemana desde una perspectiva crítica. En paralelo, se organizaron jornadas en Oberá, Esperanza, Resistencia, Bariloche y Rosario. Link de la noticia
![Congreso Diplomacia Ciudadana, Buenos Aires, Stiftung Verbundenheit](https://tageblatt.com.ar/wp-content/uploads/2025/02/Congreso-Cristina.jpg)
3. Eventos de sensibilización y educación histórica: en asociaciones, como el Club Alemán de Buenos Aires, la Sociedad Alemana de Villa Ballester y la Asociación Germano-Argentina de Rosario, se han organizado actividades para reflexionar sobre el Holocausto. Otro ejemplo significativo fue la proyección de la película “El legado de Fritz Bauer – La Justicia no prescribe” en el Congreso de la Nación, con la participación del Embajador Dieter Lamlé y el Juez Federal Daniel Rafecas. Link de la noticia . Asimismo, en Neuquén y La Plata se llevaron a cabo conversatorios sobre la importancia del “Nunca Más” y la responsabilidad ciudadana en la preservación de la memoria.
![Coloquio Abierto, Holocausto](https://tageblatt.com.ar/wp-content/uploads/2025/02/Cloquio-Auschwitz-Cristina.jpg)
4. Trabajo de memoria y pacificación social: En San Justo (Santa Fe) se realizó un coloquio abierto a toda la comunidad sobre el Holocausto, el régimen nazi y sus consecuencias para la paz. Este evento, apuntó a promover el compromiso de las asociaciones con la memoria, la paz social y la lucha contra la xenofobia y la discriminación. Desde entonces, la Asociación Alemana de San Justo ha continuado conmemorando el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Link de la noticia .
Por otra parte, el Club Austriaco Alemán de Resistencia (Chaco) ha trabajado junto a la comunidad judía de Resistencia desde 2020 en actividades de memoria vinculadas al Holocausto. En 2024, su comisión directiva organizó la exposición fotográfica “Vida Judía en la Alemania actual”, reafirmando su compromiso con la educación y la construcción de memoria. Link de la noticia
![Fritz Bauer, Película](https://tageblatt.com.ar/wp-content/uploads/2025/02/Fritz-Bauer-Cristina-819x1024.jpg)
5. Los puentes de la memoria: miembros de Junges Netzwerk Argentina llevaron a cabo el taller literario virtual “Los Puentes de la Memoria”, una propuesta de doce encuentros sincrónicos de lectura y debate. El taller abordó la construcción de la memoria en Argentina y Alemania a través de la literatura, analizando textos clave de ambas tradiciones. Se trabajaron obras de Paul Celan, Primo Levi, Juan Gelman, Franz Kafka y Julio Cortázar, entre otros, y se realizaron conversatorios con expertos en memoria y derechos humanos. Además, se organizó una visita virtual al Museo Ana Frank.
6. Fortalecimiento de las redes comunitarias: las asociaciones alemanas en Argentina han trabajado activamente para integrar a jóvenes y promover iniciativas que fortalezcan el sentido de comunidad. Un ejemplo es el proyecto “Duft des Friedens” (El Aroma de la Paz), desarrollado en Tandil gracias al trabajo de la Ingeniera Agrónoma y Obtentora de Rosas Jimena Mc Allister, impulsado desde Raíces Alemanas en Tandil en conjunto con la FAAG, Esta rosa única simboliza la memoria de los ancestros que dejaron su tierra natal, pero también proyecta la visión de un futuro basado en la tolerancia y la unidad. “Duft des Friedens” es más que una flor: es un emblema del compromiso de las asociaciones germanas con la memoria, la cultura y la integración y la responsabilidad asumida para construir un legado de paz para las futuras generaciones.
La presencia alemana en Argentina ha trascendido lo cultural y lingüístico, consolidándose como un símbolo de valores ampliamente reconocidos en la sociedad. En el país, la idea de lo “alemán” suele asociarse con la honestidad, la seriedad, el respeto, la responsabilidad y la búsqueda de la excelencia.
Es fundamental entender que las comunidades no son homogéneas y que, dentro de la colectividad alemana en Argentina, hay muchas voces comprometidas con la memoria, la autocrítica y la educación para el futuro. Y aunque tal vez aún no lo sean todas, nunca debemos generalizar, porque eso puede hacer que se invisibilice el trabajo genuino de aquellos que han decidido enfrentar el pasado con responsabilidad.
La historia nos enseña que el silencio es peligroso, pero también que las sociedades fuertes se construyen con instituciones sólidas y participación activa. Nuestro compromiso es seguir trabajando por una comunidad alemana en Argentina que sea parte de la solución y no del problema. Hoy más que nunca, es esencial que no solo los jóvenes, sino todas aquellas personas de bien que se interesen en esta temática o que quieran ser parte de un cambio positivo hacia sociedades más tolerantes, humanas y éticas, se acerquen. Pero que lo hagan no desde la crítica, sino desde el hacer, a las asociaciones alemanas de su región. No importa si tienen ascendencia alemana o si hablan el idioma: lo importante es el deseo de construir una ciudadanía más informada, más abierta, multicultural, asertiva y compasiva. Porque la memoria y la responsabilidad son tareas colectivas, y solo juntos podemos asegurar que los errores del pasado no se repitan en el futuro.
(*) Cristina Arheit es presidenta del Hogar de Niños María Luisa y miembro de la Comisión Directiva de la Cámara de Industria y Comercio Argentino-Alemana (AHK Argentina); el Centro de Documentación de la Inmigración de Habla Alemana en la Argentina (DIHA); el Consejo Asesor de la Stiftung Verbundenheit mit den Deutschen im Ausland, entre otros.
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